Por Johana Utrera/ @UtreraJo25
Uno de los fenómenos que se vive hoy en día es la información falsa, que muchas veces responde a intereses del capital y se propaga como un virus; esto con la ayuda de Internet, al que la mayoría de la población tiene acceso y que es de rápida propagación debido a la inmediatez y facilidad de producción.
¿Desinformación o fake news?, he ahí la cuestión.
Uno de los fenómenos que se vive hoy en día es la información falsa, que muchas veces responde a intereses del capital y se propaga como un virus; esto con la ayuda de Internet, al que la mayoría de la población tiene acceso y que es de rápida propagación debido a la inmediatez y facilidad de producción.
No obstante, es necesario entender de manera conceptual de qué se trata este virus. Autores como Rodríguez, C. (2019) señalan que el mejor término es el de desinformación; pues, este concepto habla de la distorsión de la información y engloba situaciones como las fake news (contenido informativo fraudulento), el contenido engañoso, discursos de odio, discursos falsos deliberados o errores de información no deliberados por parte de medios de comunicación o comunicadores [1]. Entonces, ¿por qué no fake news?; este término, como se señaló, tiende a abordar el contenido informativo fraudulento y ha sido un concepto que la clase política se ha apropiado para clasificar la información que no corresponde a sus intereses o a los del capital.
¿Qué consecuencias tiene este fenómeno?
Volviendo a Rodríguez, nos dice que las consecuencias se muestran en los discursos polarizados y en la desinformación en la población, lo que genera desconfianza en los medios de comunicación; además, esto hace que no se pueda cumplir el derecho a la información y la veracidad a la que todos debemos aspirar.
Pero no todo está perdido, pues existen posibles soluciones, como el fact checking desde el periodismo o la alfabetización mediática e informacional, de la que se hablará a continuación.
¿Qué es la alfabetización mediática e informacional?
Este concepto aún está en debate sobre si el enfoque es en la verificación de información o en el desarrollo de competencias mediáticas; pero, de lo que se tiene registro es que siempre ha existido una preocupación por parte de la sociedad civil en fomentar un pensamiento crítico ante los medios. Se tiene como ejemplo las diversas experiencias en Brasil ante las dictaduras en relación con los medios.
Para autores como Garro-Rojas (2020), la alfabetización mediática e informacional es “(…) un concepto en debate que hace referencia a una serie de abordajes y prácticas los cuales abarcan desde la formación de las personas usuarias para que sean capaces de utilizar las tecnologías de la información y la comunicación hasta aquellas que proponen esta como un derecho que permitiría a la población contar con elementos para hacer juicios sobre la realidad mediática y social en la que ejercen la ciudadanía. Dicho de otra manera, para el autor, la AMI es el desarrollo de habilidades que las audiencias adquieren para entender la posición de los medios, además del desarrollo de competencias digitales, pues se debe recordar que en este ambiente de las redes sociales la audiencia tiene el papel de prosumidor; consume productos mediáticos y produce contenidos, y el pensamiento crítico de las audiencias ante los medios [2].
Por otro lado, autores como Lee y So (2014) difieren con este concepto, pues proponen que se debe entender como alfabetización mediática y alfabetización informacional. La alfabetización mediática se enfoca en temas de comunicación y cultura, dentro de los cuales aborda el estudio de la industria en los medios, su contenido mediático y su impacto en la sociedad. Mientras que la alfabetización informacional se centra en el almacenamiento de la información, su procesamiento y uso; los autores sugieren que su aplicación concierne a áreas como la biblioteconomía y la tecnología [3].
Este tema da para más discusión, aunque el propósito de esta columna es iniciar un debate con este tema y con la ayuda del lector se pueda enriquecer más. Por el momento, se les deja este juego.
[1] Rodriguez, C. (2019). No diga fake news di desinformación una revisión sobre el fenómeno de las noticias falsas y sus implicaciones. Comunicación, ( 40), 65-74. Doi: https://dx.doi.org/10.18566/comunica.n40.a05
[2] Garro-Rojas, L. (2020). Alfabetización mediática en América Latina. Revisión de literatura: temas y experiencias. Revista Educación. 44 (1), 1-12 .DOI: https://doi.org/10.15517/revedu.v44i1.37708
[3] Lee, A. y So, C. (2014) Alfabetización mediática y alfabetización informacional: similitudes y diferencias. Comunicar, 42,137-146. DOI: https://dx.doi.org/10.3916/C42-2014-13