Greenpeace alerta sobre las amenazas que enfrenta la Selva Maya por el turismo depredador, granjas porcícolas y megaproyectos. Organizaciones y comunidades exigen acción gubernamental para preservar este patrimonio natural y cultural.
Por Redacción / @Somoselmedio
CDMX. 25 de marzo 2025.– La Península de Yucatán, uno de los ecosistemas más ricos de México, está bajo creciente presión por actividades industriales y proyectos de desarrollo que ponen en riesgo su biodiversidad y patrimonio cultural. Greenpeace lanzó un llamado urgente para visibilizar la devastación en la región y exigir políticas que prioricen su conservación.
Entre las principales amenazas destacan el turismo masivo, las granjas porcícolas, la agricultura industrial y los megaproyectos de energía renovable mal planificados, que aceleran la deforestación y contaminación de recursos hídricos. A esto se suman proyectos de infraestructura y urbanización que fragmentan los ecosistemas de la Selva Maya, vitales para mitigar el cambio climático.
Comunidades indígenas, campesinas y organizaciones civiles llevan años demostrando que es posible un desarrollo sostenible en la región. “Las prácticas tradicionales, como la apicultura y la agroecología, son ejemplos de cómo proteger la biodiversidad mientras se generan medios de vida”, señaló Greenpeace. Sin embargo, advirtieron que sin cambios legales y una redistribución de recursos públicos, estos esfuerzos podrían ser insuficientes.
La organización exigió a los gobiernos modificar leyes y concesiones para garantizar la protección de la zona, así como priorizar a sus habitantes y no a intereses corporativos. “La Selva Maya es clave para nuestro futuro: regula el clima, alberga especies endémicas y sostiene culturas milenarias”, subrayaron.