La Organización No Gubernamental (ONG) “Brigada Callejera en apoyo a la mujer Elisa Martínez” impulsó junto con otras ONG y el diputado local Temístocles Villanueva Ramos, del Congreso de la Ciudad de México (CDMX), un punto de acuerdo para que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad deje de utilizar los condones para fincar trata de personas.
Brigada Callejera, organización en pro defensa de los derechos de las trabajadoras sexuales y en contra de la trata, ha señalado en reiteradas ocasiones que: “el condón es un insumo para la salud, no una herramienta para la prostitución”.
El pasado martes fue presentando el punto de acuerdo ante el pleno de la CDMX. La iniciativa se justifica en que en los operativos anti-trata, los preservativos han sido usados para fincar el delito a personas que ejercen el trabajo sexual de manera libre.
En el punto de acuerdo se destaca: “se exhorta a la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Trata de Personas de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, a no criminalizar la portación de preservativos en los operativos anti-trata porque vulneran los derechos a la salud y a la sexualidad de las personas”, mencionó Temístocles Villanueva.
Antecedentes
El documento entregado el pasado martes en el pleno señala que “el 29 de junio de 2013 la Fiscalía Contra la Trata de Personas de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México realizó un “operativo anti-trata” en el número 189 de la calle Melchor Ocampo en la alcaldía Miguel Hidalgo, en el cual se violó el derecho a la salud al utilizar como prueba pericial condones usados y nuevos para fincar el delito de trata a las personas detenidas en el operativo”.
Al respecto, “Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer”, señala que “en el caso mencionado se basó la presunción del delito basándose en la suposición de que ‘los condones encontrados se pudieron haber utilizado en actos para ejercer la prostitución’ y no como lo que son: insumos para la salud, que previenen la transmisión del VIH/SIDA y otras infecciones de transmisión sexual, así como embarazos no planeados”.
Acoso al trabajo sexual
La organización menciona que de manera reciente a las personas trabajadoras sexuales también han denunciado el acoso de las procuradurías en varios estados, por el uso, portación y distribución de condones, al realizar la prestación de sus servicios, pues acusan que durante operativos anti-trata lo usan como evidencia para incriminarlas en el delito de trata de personas.
Según una estimación por parte de Organización Internacional de Trabajo en 2012, cerca de 20.9 millones de personas se encuentran en condiciones de diferentes tipos de explotación. Pero según el Global Slavery Index 2016, actualmente cerca de 46 millones de personas son víctimas de esclavitud moderna, la cual representa 0.6 % de la población del mundo.
Trabajo sexual no es trata
Brigada Callejera destaca que “no se debe relacionar el portar preservativos con el delito de ‘facilitar condiciones para el ejercicio de la prostitución’. Es decir, no se debe tomar como indicio o prueba los preservativos recabados durante los operativos anti-trata para acreditar el delito de lenocinio, incitación a la prostitución o trata de personas, ya que se estigmatiza e impide el uso del condón. Estas condiciones obligan a las personas trabajadoras sexuales a elegir entre salvaguardar su salud y mantenerse a salvo del acoso o arresto de la policía”.
En entrevista la organización menciona que de manera paralela están impulsando que el congreso de la CDMX derogue la fracción VII del artículo 24 de la ley de cultura cívica de la capital, -que sanciona el trabajo sexual- y que vincule a las y los trabajadores sexuales al reglamento de trabajadores no asalariados de la CDMX.