En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, se celebró la Cátedra de Libertad de Expresión en homenaje al periodista Javier Valdez, asesinado en Culiacán, Sinaloa, el 15 de mayo de 2017.
Por Mario Marlo / @Mariomarlo
La cátedra contó con la participación de Griselda Triana, Ismael Bojórquez y Andrés Villarreal, quienes disertaron sobre el significado de ser periodista en Sinaloa y sobre el legado de Javier Valdez.
Su esposa, Griselda Triana, quien ha dedicado este espacio a preservar la memoria de Javier, compartió con las y los asistentes:
“Javier asistía anualmente a la FIL para presentar sus libros. Volver a estos espacios, aunque me llena de nostalgia, ahora también me brinda la satisfacción de participar en un homenaje a su legado”.
Y agregó:
“A seis años y medio del asesinato de Javier, su crimen sigue impune. Es cierto que hay dos condenados como autores materiales, pero el autor intelectual, Damaso López Serrano, alias ‘El Minilic’, sigue en libertad. Actualmente en Estados Unidos, muestra un cinismo total al dar entrevistas. El autor real del asesinato fueron los hijos de Joaquín Guzmán Loera, ‘El Chapo Guzmán’. Es frustrante saber que el autor intelectual se escuda en Estados Unidos para evadir la justicia mexicana. El gobierno estadounidense, que ha criticado a México por los asesinatos de periodistas, alberga a un asesino en su territorio. Esto es aberrante y deja un precedente preocupante para los casos de periodistas mexicanos asesinados”, enfatizó Triana.
Triana también resaltó la impunidad prevalente en casos de asesinatos de periodistas en México, mencionando que: “mientras el autor intelectual no sea extraditado a México para rendir cuentas, habrá un vacío enorme en la justicia. Más del 90% de los casos de asesinatos de periodistas quedan impunes, incluyendo las desapariciones forzadas. Como familiares de un periodista asesinado, nuestra única opción es exigir justicia y pedir a la sociedad que no nos deje solos. Lo más importante es mantener viva la memoria de nuestros periodistas asesinados o desaparecidos”.
Por su parte, Andrés Villarreal, ex jefe de información de Río Doce, reflexionó sobre el enfoque periodístico de Javier Valdez:
“Nunca, como con Javier, el método de ponerse en los zapatos del otro fue tan literal. Comprender a víctimas y victimarios es crucial y es clave para entender el trabajo de Javier. Sabía que no era un tema de buenos contra malos. Las líneas son difusas. La realidad que Javier escribió en el siglo XXI va más allá de solo retratarla; hay sombras y fantasmas detrás de las historias, hay puntos ciegos”.
Villarreal destacó la habilidad de Valdez para describir una realidad que, aunque evidente, lo atropelló por haber nacido en México. “Imaginemos el trabajo de Javier como un mural de mosaico en blanco. Cada pieza, colocada una a una, revela una imagen más amplia, representando así las historias que incluyó en sus textos”.
Finalmente, Ismael Bojórquez, director editorial de Ríodoce, reveló su perspectiva personal:
“Javier fue asesinado por una nota que tal vez debí revisar. Publicamos una portada con Dámaso López Serrano rodeado de federales y una historia de Javier donde tildaba al hijo de Dámaso como un ‘gatillero de utilería’. La Fiscalía concluyó que esta nota fue el motivo del asesinato, motivada por la detención del padre de Dámaso y la humillación pública que esto significó.
Este evento fue realizado por el Observatorio de Libertad de Expresión y Violencia contra Periodistas de la Universidad de Guadalajara y la Red por la Libertad de Expresión Contra la Violencia a Comunicadores, integradas por académicas, académicos y periodistas de diversas partes del país.