Las familias de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa salieron desilusionadas tras la reunión con el presidente, sin resultados en la búsqueda ni en la extradición de funcionarios clave. La próxima reunión con la presidenta electa Claudia Sheinbaum se perfila como una esperanza para lograr avances.
Por Redacción / @Somoselmedio
Ciudad de México, a 3 de junio de 2024 – Desde septiembre del año pasado, hoy fue la primera vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió a las madres y padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en el Palacio Nacional. La reunión, que había generado esperanzas en las familias, resultó en una profunda desilusión al no presentar avances significativos en la búsqueda e investigación de sus hijos.
Durante el encuentro, las familias abordaron tres grandes temas: la exigencia de los 886 folios que el ejército no ha entregado, la extradición de dos funcionarios implicados, y una reunión de seguimiento el 3 de julio con la nueva presidenta electa, Claudia Sheinbaum, para asegurar la continuidad en la investigación del caso.
A la salida de la reunión, los rostros de las madres y padres reflejaban angustia e impotencia. Vidulfo Rosales Sierra, abogado de las familias, expresó su frustración: “Nos informó de más de 250 búsquedas en terreno, pero no tenemos una sola identificación que corresponda a los estudiantes. Se reconoce la labor que hace el gobierno, pero resultados sustantivos no tenemos. También se informó de los procesos, que ya sabemos cómo están avanzando, y que a juicio de nosotros en lugar de tener victorias se han tenido derrotas porque a los militares se les ha modificado la medida cautelar y hoy en día están en libertad en pocas palabras”.
En la reunión, se enfatizó la necesidad de extraditar a dos funcionarios clave: Tomás Zerón de Lucio, extitular de la Agencia de Investigación, y José Ulises Bernabé, director de barandilla de Iguala.
Según Vidulfo Rosales, el presidente explicó que la extradición de Zerón de Lucio se ve obstaculizada por la falta de un tratado con Israel, mientras que la de Bernabé se ha complicado debido a un juicio político en Estados Unidos, que se basó únicamente en el testimonio de Anabel Hernández, según los abogados de las familias.
El abogado también destacó que el 70 por ciento de la intervención del presidente se centró en culpar al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de obstaculizar la investigación, especialmente en relación con el caso de Murillo Karam. “El presidente cerró su intervención diciendo que ya no tenía tiempo”, añadió Rosales.
Las familias, que esperaban una postura clara del presidente, se van con la sensación de que este gobierno sigue siendo indolente. La promesa de López Obrador de continuar reuniéndose mensualmente con las familias hasta el fin de su mandato, y su compromiso de que la presidenta Claudia Sheinbaum dé seguimiento al caso, son los únicos puntos rescatables de una reunión que dejó mucho que desear.
La próxima reunión, programada para el 3 de julio, será crucial. Las familias esperan que esta vez el gobierno presente resultados concretos y avances reales en la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos, casi una década después de su desaparición.