Debido a que la dinámica de las epidemias no respeta fronteras políticas ni administrativas y su estudio requiere de análisis geográficos basados en otras categorías de investigación, académicos de la UNAM, coordinados por el Instituto de Geografía, realizaron un atlas de vulnerabilidad urbana ante COVID-19, en 59 zonas metropolitanas del país.
William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica; Manuel Suárez Lastra, director del Instituto de Geografía, y Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS) de la UNAM; presentaron la herramienta que actualiza el Índice de Vulnerabilidad en México ante COVID-19, el cual desde abril pasado ofrece información de gran utilidad para la toma de decisiones.
En conferencia de medios a distancia, Lee Alardín explicó que “es una actualización que mira con una nueva lupa a las zonas metropolitanas, que son las principalmente afectadas. Pensamos que poner a disposición de las autoridades esta información a nivel de sus propias comunidades es muy importante”.
Suárez Lastra, quien encabeza al equipo que elaboró el Atlas, destacó que éste contiene la información de 59 zonas metropolitanas con más de 100 mil habitantes, aunque precisó que a partir de hoy es posible revisar la información referente a la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Puebla, y a lo largo de la semana será puesta la información restante.
En tanto, Ponce de León resaltó que esta herramienta permite tener más puntos de referencia para calcular riesgos y tomar oportunamente medidas de precaución. De lo que se trata, es de administrar este riesgo básicamente, dijo.
El Atlas metropolitano
Al haber sido los puertos de entrada del SARS-CoV-2 y convertirse en los nodos desde los que se propaga el virus hacia sitios menos urbanizadas, las ciudades representan un papel muy importante para la gestión de esta emergencia sanitaria.
No obstante, el crecimiento de las urbes ha sido tal que, para el caso de la Ciudad de México, la mancha urbana se ha extendido hacia otros estados, tales como Hidalgo o el Estado de México. Por tal motivo, el análisis de la vulnerabilidad urbana ante COVID-19 desde una visión metropolitana, brinda una perspectiva más completa para comprender este fenómeno.
El atlas muestra la distribución territorial de la población expuesta al virus, sus características y los efectos diferenciados que la COVID-19 pueda tener sobre distintos grupos sociales.
Aunque todas las personas somos susceptibles al contagio, algunos grupos sociales lo son aún más en función de su condición de edad, la baja accesibilidad a infraestructura de salud, además de la densidad de población que facilita una mayor tasa de contagio. En ese sentido el estudio considera tres dimensiones de vulnerabilidad: la demográfica, de salud y la socioeconómica.
La dimensión demográfica repara en indicadores como la densidad de población, la población de 60 años y más, así como en la población hablante de lengua indígena. El rubro de salud incluye información sobre la accesibilidad a camas hospitalarias y en unidades de cuidados intensivos o el acceso a médicos generales y especialistas, así como a personal de enfermería. Por último, la dimensión socioeconómica integra índices como el de marginación urbana o el porcentaje de viviendas que cuentan con un solo cuarto.
Al integrar dicha información, los académicos del Instituto de Geografía y de otras instancias universitarias, elaboraron el grado de vulnerabilidad urbana de las 59 zonas metropolitanas de México. Estos son algunos de los resultados arrojados por dicho estudio.
Zona Metropolitana de la Ciudad de México
Las aglomeraciones más importantes de áreas de vulnerabilidad crítica se encuentran al oriente, en Netzahualcóyotl, Chimalhuacán, Valle de Chalco Solidaridad, Ixtapaluca, La Paz, y el sur y este de Iztapalapa. En estos municipios y alcaldías, existen grados altos de vulnerabilidad demográfica, muy altos grados de vulnerabilidad en la dimensión de salud y grados críticos en términos socioeconómicos.
Zona Metropolitana de Monterrey
Una de las manifestaciones territoriales de mayor vulnerabilidad crítica se concentra en los municipios de Monterrey, San Pedro Garza García, San Nicolás de los Garza, Guadalupe, Apodaca, Escobedo, el extenso eje hacia Santiago y el pequeño que conecta con Santa Catarina.
Zona Metropolitana de Guadalajara
La vulnerabilidad crítica se distribuye en el norte, en “Las Mesas”, y en el norponiente entre el centro de Zapopan y Tesistán. En el poniente sobresalen Jocotán y Santa María del Pueblito; y hacia el surponiente Arenales Tapatíos y Santa Ana Tepetitlán que tienen mayor proporción de población de lengua indígena. En el sur de la ZMGDL, desde la Zona Industrial hasta el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, se observan las Áreas Geoestadísticas Básicas (AGEBs) con grado crítico distribuido de manera dispersa, en función de las áreas urbanas.
Zona Metropolitana de Puebla-Tlaxcala
Las áreas de mayor vulnerabilidad a COVID-19 se ubican en las periferias al norte, en algunas áreas intermedias y al sur del municipio de Puebla. Esto sucede también en municipios cercanos al centro como en Amozoc al oriente; Ocoyucan, San Andrés Cholula, San Pedro Cholula, Coronango, Juan C. Bonilla al poniente; así como en otros más distantes como Acajete y Tepatlaxco. En Tlaxcala, los municipios más vulnerables son San Pablo del Monte, Tenancingo, Papalotla de Xicohténcatl, Santa Catarina Ayometla, Santa Cruz Quilehtla. Es probable que la mayor vulnerabilidad en los municipios de contornos externos esté determinada por las dimensiones de salud y la socioeconómica.
El estudio muestra que si bien las zonas metropolitanas concentran la infraestructura de salud, además de ser los polos económicos de los que depende la distribución de bienes, también son las regiones con mayor densidad de población, lo que facilita una mayor tasa de contagio.
El Atlas está disponible para la consulta pública en el siguiente enlace: www.igg.unam.mx/covid-19/?pag=atlas