Entre la sopa de sonido que es el tianguis de Tepito, que se concentra y se cose todos los días, entre los gritos; ¡Pásele qué le damos!, ¡Tenemos tallas!, las promociones, los antojos, las chucherías, las cumbias a todo volumen, el rumor de los transeúntes y el tránsito, existen murmullos de mujeres, que ante la contaminación auditiva pasan desapercibidos, se vuelven inaudibles… pero están, tan presentes como les versos femeninos y poderos de María Sabina:
Soy la mujer que sólo nací.
Soy la mujer que sola caí.
Soy la mujer que espera.
Soy la mujer que mira hacia adentro.
Soy la mujer que brota.
Por: Nasheli Rivera/@ Riv3rANash3li / @Somoselmedio
Así, sobre esta realidad áspera y brusca, cotidianamente se escriben y se avientan al viento, recuerdos, testimonios, historias; llenas de sudor, fuerza, imparables, inquebrantables, realidades que sin intensión construyen versos urbanos. Con este poderoso material la artista Mireia Sallarès, da estructura y argumento a su obra “Las 7 cabronas e invisibles de Tepito”
Mireia Sallarès, es una artista visual de Barcelona, realizadora independiente de documentales. Sallarès, menciona en algunas entrevistas, la importancia del movimiento del discurso artístico, el poder que aporta el cambio, la libertad, la movilidad. Las obras de la artista visual, se construyen con historias ajenas narradas en primera persona, y entre entrevistas que se convierten en conversaciones, se exploran temas universales como; el sexo, la mujer, la violencia, la muerte, la legalidad o el territorio.
-Las historias de los otros son nuestras historias. Una clase de patrimonio universal. Espejos de nosotros mismos. – son las palabras de la artista al hablar de su trabajo. El testimonio de esta forma de concebir el arte, se puede apreciar en “Las 7 cabronas e invisibles de Tepito”, un proyecto que participó en Obstinado Tepito.
El escenario en donde se desarrolló y presentó “Las 7 cabronas e invisibles de Tepito”, fue propuesto, gestionado, dirigido y coordinado por Yutsil Cruz Hernández, quien al conocer el famoso y temido barrio, no se sorprendió por la disparidad económica que existe entre este y las zonas adineradas de Polanco, no se sintió atraída por retratar al barrio como una zona pobre o conflictiva, fueron los límites lo que atrajeron a Yutsil, la diferencia entre ser y no ser del lugar, lo celoso que es el barrio ante sus fronteras, el precio que tiene ser extranjero al caminar sobre sus calles. Eso fue lo que dio pie a Obstinado Tepito, y abrió la oportunidad de escuchar las voces de siete mujeres cabronas sobrevivientes del machismo que existe en este bravo lugar.
En 2009, durante tres martes del mes de julio, se presentó en la unidad habitacional “La Fortaleza”, la pieza “Las 7 cabronas e invisibles del barrio de Tepito”, el proyecto consistió en una serie de audios, estos audios son resultado de conversaciones que Mireia entabló con siete mujeres de diferentes edades, todas ellas residentes de Tepito. Los audios fueron editados por la artista para poder ser exhibidos en tres sesiones.
Para lograr este proyecto, Mireia Sallerès se enfrenta a la verdad de estas siete mujeres, en sus varias conversaciones, las mujeres dan testimonio de la fuerza que necesita una mujer para poder sobrevivir; “te cagan. Te pisotean siendo mujer. Es un delito enorme ser pobre, ser mujer, ser campesina… eso te duele, me arde… ese, es el delito más grande de México”.
Para poder narrar estas historias, Sallarès utiliza la fuerza y el complejo contexto que está contenido en la palabra; cabrona; “Una mujer cabrona lucha”, y mediante las historias de las participantes, lo valida como una cualidad, como un ingrediente necesario para vivir y no morir en el intento de ser mujer tepiteña; “¡Tú qué me pegas y yo qué te ensarto!”.
El objetivo de la artista, no es presentar la voz femenina de un barrio, el valor de este proyecto recae en la simpleza y complejidad, de la necesidad de ser escuchadas, de contar anécdotas que sin saber fueron delineando a estas siete cabronas.
Aunque, Mireia Sallerès, se encargó de la edición de los audios, las participantes siempre fueron incluidas en la toma de decisiones, de esta forma se llegó al acuerdo de mantener el anonimato de cada mujer, así como la modificación de la voz para el audio final.
Además de los audios, la enriquecedora experiencia, el evento en donde se compartió la obra, el escozor que algunos espectadores sintieron al escuchar las vivencias de estas mujeres, Sallarès y las siete participantes, edificaron un monumento “A las 7 cabronas e invisibles de Tepito, las de antes y todas las que vendrán”, esto quedó plasmado en la placa que se encuentra en la sencilla base de concreto, que orgulloso representa las cabronas; las que luchan, las que no le tienen miedo; ni al barrio, ni a los policías que les arrebatan su mercancía, su sustento, porque a palabras de ellas; “Yo no soy de Tepito, Tepito es mío”
La información utilizada para la elaboración de este texto, fue proporcionada por la coordinadora del evento Obstinado Tepito, Yutsil Cruz Hernández. Y se puede apreciar un fragmento de los audios.