Para recordar los 45 años de la primera huelga de hambre y con motivo del Día Internacional contra las Desapariciones Forzadas, el centro PRODH, recibió a familiares de presos, perseguidos, desaparecidos y exiliados políticos víctimas de la huelga de hambre del 78.
Por Miranda Chavarría / @mirandachavarria
La primera huelga se llevó a cabo el 28 de agosto de 1978 en la Catedral Metropolitana en el entonces Distrito Federal, hoy, Ciudad de México, misma que inició con 84 mujeres y seis hombres tras la exigencia al entonces, gobierno de José López Portillo de la liberación para mil 500 presos y medio millar de desaparecidos políticos.
El Comité Pro-Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México, fundado por Rosario Ibarra de Piedra, madre de Jesús Piedra Ibarra desaparecido en Monterrey en abril de 1975 y que posteriormente cambiaría el nombre de dicho Comité a “¡Eureka!”, mismo que daría pie a dicha huelga de hambre, y que se convertiría en un parteaguas para la defensoría de los Derechos Humanos y a las búsquedas de desapariciones en México. Luego de 45 años, miles de mujeres, buscan a sus seres queridos, a la par de que las desapariciones en el país, continúan en aumento.
“Nosotras, casi clandestinamente, nos reuníamos en la casa de doña Rosario, ese día, antes de la huelga de hambre, llegaron de varias partes de la República 80 mujeres, ahí nos pusimos de acuerdo en que íbamos a ir llegando poco a poco a la Catedral para que no nos siguieran los policías, o si seguían a unas, otras entraban a la Catedral había mucha represión. Entonces, así fuimos llegando poco a poco, ya teníamos como respaldo a varias organizaciones de colonos, a varias organizaciones que estaban con nosotras, que nos apoyaban, sin embargo, los partidos políticos, no quisieron apoyarnos, nos dijeron que iba a ser el informe de gobierno y nos iban a reprimir y que ellos no nos podían ayudar y que no hiciéramos la huelga. Entonces nosotros les dijimos que agradecíamos mucho su apoyo, pero que como familiares, habíamos acordado irnos a la huelga de hambre”— cuenta Cony
Relató también que luego de tres meses de iniciada la huelga, llegaron policías y soldados y le dijo a una de las integrantes del Comité, que se fueran y si no acataban las órdenes, se las llevarían a todos, y fue así como los desalojaron de la Catedral, sin embargo, en la huelga de hambre estuvo la periodista y escritora Elena Poniatowska, así como el apoyo de otros intelectuales.
Finalmente, cuenta que al día siguiente del informe de gobierno, del entonces presidente, en los periódicos se podían leer en sus portadas “Amnistía para los presos políticos”, lo cual menciona, fue un gran paso para seguir la lucha “porque de los desaparecidos, ninguno, ese fue el castigo para las madres, ningún desaparecido fue amnistiado, ninguno presentado, por eso le subimos de tono a todas las luchas que siguieron”.