Con la construcción de este acueducto, AMLO pretende solucionar el problema del agua en Monterrey.
Este domingo 14 de agosto el presidente de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO), firmará un acuerdo con el gobernador de Nuevo León, Samuel García, para la construcción de un acueducto que llevará 5 mil litros de agua por segundo de la presa El Cuchillo a Monterrey.
“El desafío es que los 106 kilómetros de tubería y plantas de bombeo estén operando para mediados del año próximo”, precisó el mandatario en sus redes sociales.
En visita a la presa El Cuchillo, AMLO detalló que la construcción de este acueducto será la de garantizar a largo plazo el abasto de agua en la región.
Mañana firmaremos el compromiso con el gobernador de Nuevo León, Samuel García, para construir un acueducto y llevar más agua (5 mil l/s) de la presa El Cuchillo a Monterrey. El desafío es que los 106 kms. de tubería y plantas de bombeo operen para mediados de 2023. 1/2 pic.twitter.com/NAbsFbLWIP
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) August 13, 2022
Sin embargo, expertos aseguran que la construcción de otro acueducto no resolverá el problema, mientras no haya una buena gestión del agua y se siga extrayendo el líquido indiscriminadamente por empresas asentadas en el Estado.
Según la organización internacional Greenpeace, actualmente, en Nuevo León operan industrias en cuyas operaciones extraen más de 10 millones de metros cúbicos de agua, como es el caso de la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, Coca-Cola y Topo Chico.
En la nota titulada, “Greenpeace alerta que las industrias de Nuevo León se deben responsabilizar respecto a la escasez de agua”, la organización detalla que el cambio climático ha propiciado que las sequías del actual periodo de estiaje sean mucho más largas e intensas en el norte del país. En el caso de Nuevo León, los focos de alerta se encendieron cuando las principales presas que abastecen de agua a Monterrey, que son La Boca y Cerro Prieto, registraron volúmenes mínimos históricos desde inicios del año.”
Lo anterior se suma a la poca vinculación de políticas públicas ambientales y de gestión integral del agua potable que garantice la disponibilidad de agua y el bienestar de las poblaciones urbanas en el mediano y largo plazo.
En el texto, Carlos Samayoa, Coordinador de Ciudades Sustentables en Greenpeace México, explica que: “Está demostrado que los trasvases no resuelven los problemas de abastecimiento de las grandes ciudades, como sucede con el Cutzamala en el Valle de México, y que implican despojar del líquido a otros entornos locales con menor poder político. Estos tipos de infraestructura demandan un inmenso gasto de energía sucia para transportar el agua a distancias lejanas, reforzando así un círculo vicioso de calentamiento global y de extractivismo interno de forma continua.”