Cutberto Ortiz, era un joven originario de Ayotzinapa, Guerrero, tocaba el trombón en bodas, quince años, funerales y bautizos. Hoy, a cuatro años la familia y sus compañeros de orquesta, mantienen al trombón intacto, hasta que Cutberto regrese a tocarla.
Un cortometraje hecho por Hari Sama, busca mostrar el lado humano de una persona que pudo ser cualquiera de nosotros.
La CIDH reiteró que a más de tres años de ocurridos los hechos, el paradero de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa sigue siendo desconocido y que la supervisión internacional continuará “teniendo como principal objetivo la obligación de dar con el paradero de las víctimas”.