Ayotzinapa un crimen de estado

El subsecretario de Derechos Humanos destacó que las pérdidas no se limitan solo a los estudiantes de Ayotzinapa, sino que hubo más víctimas de los actos de violencia en aquellos días.

Por: Leonardo O. Chantes / @LeoO_Chantes / @Somoselmedio

Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, ha destacado la complicidad entre organismos gubernamentales con grupos delictivos, señalando por primera vez, la participación del ejército de manera activa y bajo las órdenes del “Coronel, presuntamente, José Rodríguez Pérez”, a quien se le entregaron los estudiantes, dando la orden de desaparecerlos. Es la primera vez que se le implica al coronel con el caso.

Durante la conferencia de prensa de este viernes, el subsecretario de Derechos Humanos destacó que las pérdidas no se limitan solo a los estudiantes, sino que hubo más víctimas de los actos de violencia en aquellos días, señaló al menos cuatro muertes más, y la muerte de un elemento militar que se encontraba entre los estudiantes y que el ejército no activó ningún protocolo de búsqueda, además señaló que los estudiantes estuvieron unos días antes, vigilados y monitoreados; por todo ello, La comisión de la verdad denominó a esto como “un crimen de estado” e indicó que “la verdad histórica pretendió cerrar la investigación.”

Encinas mencionó que el contexto histórico fue muy importante en la búsqueda de la verdad por lo que destacó que:

“La desaparición y el homicidio del dirigente social en Iguala, Arturo Hernández Cardona, el 3 de junio de 2013 motivó la movilización de los estudiantes de la Normal de Ayotizinapa, que tomaron las oficinas del ayuntamiento de Iguala e incendiaron documentación en demanda de la presentación de Hernández Cardona, quien finalmente apareció asesinado.”

Este hecho se le atribuye al entonces presidente municipal José Luis Abarca, quien fue detenido bajo cargos por homicidio, mas no por desaparición.

Encinas dijo que a partir de aquel momento, a los estudiantes se les amenazó  para no volver a la ciudad o habría consecuencias, dichas amenazas fueron hechas por el alcalde y por Guerreros Unidos.

“Esta situación se da también en el contexto de una disputa por la plaza para el trasiego de drogas entre el grupo de los Rojos y el grupo de Guerreros Unidos y donde hay un antecedente importante que uno debe de tomar en cuenta: es como el 10 de junio del 2014 en un retén del Ejército Mexicano la Procuraduría General de la República decomisó 107 kilogramos de heroína pura, de los cuales los elementos de la Procuraduría General de la República que hicieron este operativo solo entregaron 24 kilogramos.”

La presencia de los estudiantes en Iguala se confirmó cuando en la Asamblea del 2014 de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, se resolvió que la normal de Ayotzinapa sería sede de otras escuelas normales del país para trasladarse a la CDMX, con motivo de las movilizaciones del 2 de Octubre.

“Y hemos puesto en el informe un dato muy importante: la existencia de un estudiante normalista miembro del Ejército informante de las Fuerzas Armadas, que desapareció junto con los estudiantes y en ningún momento sus mandos superiores activaron el mecanismo de búsqueda que establece el protocolo de búsqueda de la Secretaría de la Defensa Nacional, que de haberse aplicado este protocolo para garantizar la integridad física y evitar la desaparición del soldado Patolzin, evidentemente hubiera evitado la desaparición de todos los muchachos.”

Encinas menciona la deficiencia en la construcción de los hechos y la falta de coherencia de los dichos presentados como la verdad histórica, ya que en aquel informe se dejaron vacíos, alteración de evidencia, encubrimiento y torturas, hechos que se respaldan con la reciente liberación de 77 presuntos implicados ya que estos mostraban signos de tortura.

“Tiene que ver con la verdad histórica; qué pasó después de la desaparición y cómo hubo una actuación de las autoridades, en una acción concertada del aparato del poder, desde el más alto nivel del gobierno en el país, que ocultó los hechos, alteró las escenas del crimen, escondió los vínculos de autoridades con el grupo delictivo y su participación con agentes del Estado, generando no solamente vicios, sino deficiencias que obstaculizaron el acceso al derecho y a la verdad y la justicia.”

Uno de los datos presentados a los que más énfasis se ha dado, es al hecho de que los estudiantes fueron separados y dirigidos a diferentes puntos, por lo que la diferencia con la verdad histórica es sustancial, ya que está presentaba la teoría de que fueron todos los estudiantes finados e incinerados juntos, lo cual, el informe presentado por Encinas, demuestra que es falso, ya que han logrado identificar plenamente los restos de tres estudiantes, aunque no mencionó sus nombres, pero dijo que todo está publicado en el informe completo.

“La verdad histórica dice que los 43 estudiantes fueron detenidos, ejecutados y quemados en el basurero de Cocula y esparcidos sus restos en el río San Juan, lo cual no es cierto, porque en muchos de los casos era tal la magnitud de la movilización de sicarios y el número de muchachos que pretendían desaparecer que se ubicaron en distintos puntos, donde están los testimonios: es el río Balsas, es el pozo de Pueblo Viejo, la mina hacia Taxco y, además mandaron cocinar a 10 de los estudiantes e incluso hay la información, corroborada también con llamadas al teléfono de emergencia 089, donde se acredita que presuntamente seis de los estudiantes de los 43 desaparecidos estuvieron retenidos durante varios días y con vida en lo que llaman la bodega vieja y de ahí fueron entregados al coronel, como se ve en los testimonios, quien se hizo cargo de estos muchachos.”

Encinas cerró su participación mencionando, que ésto se trata de un crimen de estado en que participaron Guerreros Unidos y agentes del estado mexicano;  que las autoridades locales, estatales y federales fueron omisas y negligentes, además de que éstas tuvieron en todo momento, conocimiento de las actividades de los estudiantes.

Todo esto da un contexto más amplio a los motivos de la detención de Murillo Karam hace algunos días, pues recordemos que, él es el llamado “arquitecto de la verdad histórica” y que quedó inmortalizado por decir ante la prensa “Gracias, ya me cansé.”

También, los padres y familiares de los desaparecidos han dicho que no cesarán en sus movilizaciones hasta tener claridad en el paradero de sus hijos: “No podemos claudicar en la lucha hasta no tener prueba plena que indique su paradero. Será doloroso para nuestras familias saber de su destino sobre todo sin vida, pero si nos dan prueba objetiva, científica e indubitable, nos iremos a casa a llorarles y vivir nuestro duelo. A la fecha estas pruebas no las tenemos, por lo tanto, nuestra exigencia y lucha siguen”, dijo la madre de uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa, durante la marcha llevada a cabo en Ciudad de México el 26 de Agosto pasado.