De forma autogestiva canteros y escultores de Chimalhuacán, celebraron el “1er Encuentro Internacional de Escultores. Por amor al arte 2023”, con 53 escultores, artistas y canteros, y un total de 55 piezas realizadas durante el evento.
Entre los hechos más destacados cautivó la participación de José Uriel, el escultor más joven, que realizó su primera pieza en este encuentro, a sus 13 años de edad, originario de Nezahualcóyotl, Estado de México.
Por Brian Martínez / @MartinezBrianG
Teniendo como antecedente la “Feria de la Piedra” que se interrumpió a partir de la pandemia por Covid-19, canteros y escultores originarios de Chimalhuacán, Estado de México, celebraron con recursos propios, y de forma autogestiva el “1er Encuentro Internacional de Escultores. Por amor al arte”
Raúl Aguilar Abundis, escultor, y uno de los organizadores del evento, informó en entrevista que el encuentro “nació y empezó así como una plena necesidad de vernos, de reunirnos, y funcionó en un sentido de que la convocatoria llegó a muchos, y muchos se engancharon y se unieron a toda esta idea, y pues la situación primordial y difícil era que pues, cero fondos, nada más teníamos el espacio y las ganas”.
La gran mayoría de artistas que participaron en dicho evento, provienen de Chimalhuacán, “que es una tierra de canteros, talladores, escultores” comentó Raúl. Sin embargo, también participaron escultores de Nezahualcóyotl, la Ciudad de México, Michoacán y Morelia. Además de países como Cuba, y Argentina -representada por la escultora Sabrina Coco.
“Se planteó así, o sea, trae tu material, trae el itacate, o trae la donación de itacate que sin convocarlo así, grandemente, la gente; todos; compañeros, familiares, amigos, llegaron y con todo el corazón, la bondad, y el fruto de su trabajo, pues nos alimentamos mutuamente”
El evento se celebró en el espacio denominado “Terreno” que está a escasos metros del espacio conocido popularmente como “El campo rojo”, en La Ladera, Chimalhuacán, Estado de México.
Las piezas se realizaron a lo largo del Encuentro que duró dos semanas, y contempló diversos materiales, en el que predominó la cantera, el recinto y el tezontle, aunque también hubo piezas de madera, metal, hormigón, ónix, mármol y plastilina. Algunas de las piezas incluso fueron integradas con diversos materiales.
“Se ha acercado mucha gente incluso a preguntar si van a seguir aquí talleres permanentes para aprender, y pues estamos en eso porque también varios compañeros sintieron ésa vibra de decir, aquí está bien el lugar, y el lugar también en lo urbano, que vemos la necesidad de que haya este tipo de enseñanzas, espacios, sensibilidades…y esa parte, ¿no?, de ser libres”
Dado el caluroso recibimiento y la emocional experiencia que el encuentro ha representado para los artistas, escultores y público en general, los organizadores planean seguir con este encuentro de forma anual. Además de que las piezas tendrán exposición en diferentes sedes próximamente.
“Pues el resultado ahí está, ¿no?, brilla por sí mismo”.
José Uriel, escultor de 13 años, entre aplausos declaró en la ceremonia de clausura: “Creo que para todos, este evento ha sido extraordinario, compartir el lugar entre todos, estar en convivencia, comer juntos, creo que todos aquí ya habían experimentado todo esto, en la feria de la piedra, pero pues para mí fue una nueva experiencia, fue algo muy hermoso, fue algo, por decirlo de alguna manera, armonioso. Les doy las gracias a todos, por estar aquí.”
El evento cerró conmemorando a escultores de Chimalhuacán que fallecieron durante la pandemia, y con la entrega de reconocimientos para cada artista que participó.
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