Más de 12 mil fugas fueron reportadas en el 2018 en la red de suministro de agua potable de Guadalajara y su Zona Metropolitana, lo que causó una pérdida de 7 millones de pesos. Datos del SIAPA confirman que alrededor de el 40% del agua se pierde a causa de las fugas.
Por Mario Marlo/@Mariomarlo
Por más de seis meses, el Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), gastó más de 300 mil pesos al intentar localizar y reparar una fuga ubicada dentro del Acueducto Oriente Cinco en el Periférico Norte, municipio de Tonalá, fuga que generó una pérdida de más de 130 millones de litros de agua potable.
Después de tres intentos fallidos por parte del SIAPA, la fuga que tenía un caudal aproximado de 10 litros por segundo, pudo ser localizada y reparada, gracias a la aplicación de los Sistemas de Detección y Localización (SDL), investigación realizada por el Doctor Jorge Alejandro Delgado Aguiñaga, profesor-investigador adscrito al Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico (CIIDETEC) de la Universidad del Valle de México (UVM), Campus Guadalajara Sur.
Por varios años, el Doctor Jorge Alejandro Delgado, en colaboración con la Doctora Lizeth Torres Ortiz del Instituto de Ingeniería de la UNAM, han desarrollado diversas metodologías, de mínima invasión, que buscan evitar y disminuir las pérdidas del agua causadas por fugas en la red de abastecimiento de agua y, así, reducir la sobreexplotación de los recursos hídricos.
Para los investigadores, debido a la crisis de abasto de agua que se vive en las grandes ciudades como Guadalajara y León, es de suma importancia que los gobiernos tomen en cuenta que antes de extraer más agua del ciclo hidrogeológico, se debe de utilizar este recurso de forma eficiente para reducir la demanda.
“Es importante que cuando se habla sobre abastecimiento de agua, se debe de preocupar en una primera instancia, en ahorrar y optimizar lo que ya se tiene. Si nos preocupamos por estar buscando más fuentes de agua sin resolver el desperdicio, vamos a permanecer en el círculo vicioso del mal modelo del agua que tenemos actualmente.”
El objetivo de un SDL es el de detectar y localizar fugas en tuberías que transportan líquidos a presión; este sistema está compuesto básicamente por: 1) un conjunto de sensores de presión y flujo volumétrico; 2) un sistema de adquisición de datos y; 3) un algoritmo computacional.
Un par de sensores (flujo y presión) se colocan tanto en el extremo aguas arriba como en el extremo aguas abajo de la tubería que envía la información a través de internet a una plataforma web donde los investigadores analizan los datos por medio de un algoritmo computacional que es capaz de detectar la fuga y de estimar los parámetros de la misma: posición y magnitud”.
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En Guadalajara, la edad de las tuberías son demasiado viejas, tan sólo en el centro de la ciudad, las tuberías llegan a una edad de 80 años, lo que genera una gran posibilidad de fugas.
Lo anterior se suma a que actualmente en Guadalajara y la Zona Metropolitana al menos el 68% del total de tuberías de agua son de asbesto o cemento, el 15% de PVC, el 10% de polietileno y sólo el 5.9% de acero, lo que pone en riesgo que existan más fugas. Así lo explica la Doctora Lizeth Torres Ortiz, quien junto con el Doctor Jorge Alejandro Delgado han enfocado su investigación a la detención de fugas en redes y distribución del agua.
De acuerdo a datos del SIAPA , en el año 2018 fueron reportadas en los municipios de Guadalajara, Tlaquepaque, Tonalá y Zapopan, entre 11 mil y 12 mil fugas de agua, lo que equivale a 32 fugas diarias y representa que un tercio del agua que se distribuye en la red se pierde en fugas.
La Doctora Lizeth, explica que haciendo una análisis con la información obtenida del SIAPA, se puede determinar que del total de agua que se distribuye en la red de suministro, 1/3 de agua se va al subsuelo por fugas no visibles, se extrae de manera clandestina, no se contabiliza por errores en la micromedición o porque se usa para riego de áreas verdes. El 80% de estas fugas son domiciliarias y 20% ocurren desde las líneas de distribución.
“No importa de donde traigamos el agua ya que de ésta, se seguirá perdiendo entre el 30% y 40% en fugas, lo que significa pérdidas económicas, de energía, familias sin agua.”
Según la investigación de la científica de la UNAM, el SIAPA tuvo una pérdida de 7 millones 358 mil 880 pesos durante el 2018 debido a las más de 12 mil fugas que fueron reportadas en este periodo.
“En Guadalajara, las fugas no se reparan al siguiente día que se reportan, mientras que existen muchas que no se reportan porque no son visibles. Suponiendo que las fugas duraran un sólo día, estaríamos gastando 245 mil 280 pesos por 12 mil fugas, si se tardaran en reparar una semana, se estarían gastando 7 millones 358 mil 880 pesos al año. Pero en la realidad, existen fugas que llegan a durar hasta seis meses.” Explicó la investigadora de la UNAM.
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Para solucionar este problema, la Doctora Lizeth explica que es necesario salir de lo que ella llama un ciclo vicioso de las perdidas del agua donde el mal servicio genera poca voluntad para pagar las tarifas, pocas ganancias, falta de inversión lo que finalmente genera, grandes pérdidas de agua.
Para romper con este ciclo vicioso, la investigadora explica que es sumamente necesario como primer paso, medir: “Si no podemos medir el agua no la podemos manejar.”
Para esto, la Doctora se apoya de la aguametría e hidroinformática, dos técnicas científicas que se logran a partir de instalar estaciones IoT (Internet of things) que miden transmiten y registran información sobre el estado de la red y que es utilizada por los investigadores para cuantificar las pérdidas y encontrar soluciones a las fugas.
Gracias a las Estaciones IoT, los investigadores pueden medir, la presión y caudal del agua que circula por la red, el cloro, el PH, la turbidez y el Potencial de Óxido Reducción (ORP), información que es enviada por medio de internet a una plataforma donde los investigadores registra la información logrando así cuantificar cuánta agua se está perdiendo en la Red y qué calidad tiene esta agua.
El costo de una estación IoT sencilla con la que se puede medir la presión es aproximadamente de 30 mil pesos, el costo de una estación estándar con la que se logra medir la presión y el flujo es de 60 mil pesos, mientras que el costo de una estación IoT que permite medir la presión, el flujo, el cloro, PH y ORP es de 300 mil pesos.
Como prueba piloto, la doctora actualmente se encuentra implementando su investigación en uno de los 34 sectores de los que se compone la red de agua de la ciudad de Guanajuato, por lo que considera que si se lograra instalar una estación sencilla en cada sector se gastaría 1 millón de pesos. Un gasto, que para ella no se compara en absoluto con los 7 millones de pesos que se pierden en Guadalajara y su Zona Metropolitana debido a las 12 mil fugas reportadas en 2018.
“Para romper el circulo vicioso del agua, es necesario crear un círculo virtuoso que esté compuesto por un buen servicio, voluntad para pagar, tarifas justas, ganancias, inversión, pocas perdidas de agua”.
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El trabajo de investigación del Doctor Jorge Alejandro Delgado Aguiñaga y la Doctora Lizeth Torres fue presentado en las “Jornadas hacia una Gestión Integral del Agua en Jalisco, Guanajuato y México: Alternativas para el abastecimiento del agua en sustitución de la Presa El Zapotillo”, realizada los días 12, 13 y 14 de noviembre de 2019, organizadas por el Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC) y el Colectivo de Abogados en coordinación con organizaciones nacionales, internacionales, comunidades, especialistas, universidades y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
El objetivo fue que desde el enfoque de la Gestión Integral del Agua y de las mejores prácticas internacionales se debatiera y demostrará la viabilidad social, ambiental y económica de otras alternativas para el abastecimiento del agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara, León y los Altos de Jalisco, en sustitución del Sistema Zapotillo – Acueducto Zapotillo León– Presa El Purgatorio.
Para la investigadora, María Gonzalez Valencia del IMDEC, estas Jornadas demostraron que sí existen otras alternativas para solucionar la problemática de acceso y abastecimiento del agua en Jalisco y Guanajuato, que podrían implementarse en lugar de la presa El Zapotillo, alterntivas que son más baratas, que respetan los derechos humanos, la naturaleza, los ecosistemas y que sobre todo son soluciones a largo plazo, en comparación al Sistema El Zapotillo. Sin embargo existe una gran resistencia y cerrazón de parte de los gobiernos de Jalisco y Guanajuato a debatir, buscar y encontrar otras soluciones junto con los especialistas, comunidades y organizaciones.
Para la investigadora, en Jalisco y Guanajuato, el modelo de gestión y manejo del agua es obsoleto y está llegando a sus límites, es urgente incluir soluciones descentralizadas más flexibles y adecuadas al contexto que abonen al cuidado y restauración de cuencas, acuíferos y humedales, involucrando a todos los actores sociales del campo y las ciudades en el diseño e implementación de soluciones técnicas sostenibles, gobernanza sustentable del agua y mecanismos de justicia ambiental.
En las Jornadas quedó claro que una de las primeras acciones y soluciones antes de pensar en continuar derrochando fondos públicos en la contrucción la presa El Zapotillo, es poner un alto al gran desperdicio del agua que se da en las redes de las Zonas Metropolitanas de Guadalajara y Léon, desperdicio que está agotando las fuentes agua exisitentes y que como ciudadanos estamos pagando en el recibo del agua con nulos resultados.