“La muerte está de luto” es un performance para exigir a los líderes del G20 a garantizar el acceso mundial a la vacuna de COVID-19 presionando a los fabricantes de vacunas a liberar la patente.
Ciudad de México 28 de octubre 2021
Por José Valdemar/Somos el medio
Como parte de una acción global que se realizó en diferentes ciudades del mundo como, Ámsterdam, Kiev, Bruselas, Londres, Atlanta y la Ciudad de México, un grupo de activistas y artistas llevaron a cabo el performance titulado “La muerte está de luto” en las calles de la Ciudad de México para instar a líderes del G20 a tomar acciones reales sobre el acceso global a las vacunas de COVID-19, y a su vez, presionar a los fabricantes de biológicos para que compartan sus conocimientos y tecnología para impulsar la producción mundial de las mismas.
Esta producción del performance estuvo a cargo del reconocido artista y fotógrafo
mexicano, Edgar Olguín, creador de la serie Danzatrinas, proyecto que se ha expuesto en países como Moscú, Beijing, El Salvador y pronto en Nueva York.
A través de un comunicado la organización Aids Healthcare Foundation (AHF), detalló que:
“La muerte está de luto’, fue llamada así porque el COVID-19 ha dejado una huella dolorosa en América Latina, en un momento en que nuestra tradicional celebración de la muerte y el recuerdo de las almas de los difuntos ha cambiado. Nos duele a todos en nuestra cultura e identidad”,
La Dra. Patricia Campos, Jefa de la Oficina de AHF para América Latina y el Caribe, comentó que “La próxima Cumbre del G20 es una oportunidad para que los líderes mundiales finalmente den un giro a la pandemia al garantizar el acceso a las vacunas para todo el mundo, que comienza con la renuncia a las patentes de las vacunas COVID-19 y la garantía de la transferencia de tecnología de las compañías farmacéuticas. Los líderes del G20 deben trabajar para disminuir el sufrimiento de millones de personas en regiones muy afectadas, como América Latina y poner al mundo en el camino de la recuperación”.
La pandemia por COVID-19 ha dejado más de 4.9 millones de muertos a nivel mundial, y el 31% de esas muertes ocurrieron en América Latina.