“Si no existe, hay que crearlo”
Mantra de vida que usa Coral Arroyo
Por Humberto Robles / @H_Robles
Coral Arroyo es una actriz, cabaretera, productora y empresaria teatral independiente, nacida en Puerto Vallarta. Célebre por su personaje de la Doctora Tacha, es fundadora de “La Gata Foro-Bar”, integrante de “La Ilustre Compañía de La Gata” y organizadora del “Festival Internacional de Cabaret de Puerto Vallarta”.
Coral estudió periodismo en Guadalajara y ahí, como ella misma expresa, tomó consciencia sobre los fenómenos políticos y sociales, por eso, luego decidió estudiar Ciencias de la Comunicación. Fue en este entorno y mientras estudiaba, que tomó un diplomado de teatro, para luego ingresar en una compañía teatral. También se involucró en la radiodifusión y, junto a algunos amigos, crearon una agencia de comunicación donde realizaban radio cultural. Como buena hija de maestros normalistas, pensó que se dedicaría a la docencia así que, poco después, también dio clases en una secundaria, en dos universidades, y luego estudió una maestría en Ciencias de la Educación en modalidad virtual, en una universidad poblana.
Ella misma afirma: “Yo no sé si ‘lo artístico’ se herede; mi abuelo materno, Salvador Torres, era músico y pintor. Yo lo conocí a través de su legado y las historias. Mi mamá fue bailarina de folklor durante muchos años. En mi infancia, la ANDA (Asociación Nacional de Actores) tenía una academia en Vallarta donde cada día de la semana nos daban una clase: jazz, baile, canto, actuación, folklore. Y mi madre tuvo a bien llevarme cada día, durante dos años. Fue hasta la preparatoria donde retomé el teatro con el grupo municipal que dirigía el maestro Alberto Fabián Sahagún Orozco. Ya en Guadalajara comencé a ver el teatro de forma más profesional; allá había muchas más opciones y variedad de talleres; a la par de mi estudio universitario, tomé todos los cursos y talleres que me fueran posible”.
Su aproximación al cabaret fue en 2009, en la CDMX, gracias a su relación con el músico, compositor y productor Alejandro Muraira, una de sus mancuernas artísticas. Él tocaba en uno de los shows de Tito Vasconcelos y fue así que conoció al género y al gran cabaretero. Eso la inspiró para hacer cabaret, ya que “Me pareció muy divertido, contenía humor inteligente y estaba acompañado de música”. La forma en la que Tito interactuaba con el público la dejó gratamente impresionada, así que tomó uno de sus talleres. Coral reconoce que él es una de sus grandes influencias, al igual que las cupletistas del siglo XX, como María Conesa, comediantes como Héctor Suárez, Andrés Bustamante, Les Luthiers, el humorista cubano Virulo, así como los libros de Ríus y los cartones de Los Chamucos.
En 2012 e invitada por el músico y monero Erandini Aparicio, Coral se adentró en el cabaret con la compañía tapatía “Calzada Cabaret”. Luego, con otras actrices, escribió el espectáculo “Las Hijas de Cuauhtémoc”. Dos años después, con una actriz, una bailarina y con Muraira crearon el espectáculo “Couchin Demencial”, que surgió depués de haber tomado un curso de “Coaching de vida”, lo que ella califica como “Una de las estafas más grandes de mi vida”. Sin embargo, gracias a este fraude, nació uno de sus personajes más emblemáticos, la Doctora Tacha.
En 2015, Coral regresó a vivir al puerto y se presentó con ese personaje en lugares donde principalmente había shows en inglés, para turistas. Ella recuerda que, tiempo atrás y cuando los alumnos ponían como pretexto lo económico para dejar de hacer algo, un profesor de la universidad le dijo que “El recurso es neuronal”, así que, bajo esta premisa, decide fundar “La Gata Foro Bar”, un espacio para teatro, música, cabaret, talleres y convivencia, creado “Principalmente para tener una fuente de empleo como actriz y para enriquecer la oferta de entretenimiento en Vallarta”. Sus referentes son los célebres “El Rojo Café” y “El Preludio” de Guadalajara, y el nombre está inspirado en legendario “Le Chat Noir” parisino. Lo más plausible de “La Gata” es que es un espacio para el público local, algo que contrasta con el resto de negocios de esta índole, los cuales se dedican principalmente al turismo, ya que esperan obtener ganancias en dólares.
Coral comenta que “Encontré libertad en el cabaret, porque expreso lo que pienso sobre mi realidad; es el momento en el que me siento más libre en la vida, cuando estoy ahí en el escenario, con mi personaje, con la peluca, cantando, estableciendo contacto con la gente. Creo que el cabaret que presentamos en “La Gata” le da al público un momento sanador y libertario”.
Actualmente ella labora en “La Gata” junto a Muraira y ha hecho sinergia con otros artistas como Edgar Treviño, Adriana Núñez y, cuando coinciden en el puerto, con Elliot Sandín, Luciana Castellani, Óscar Olivier y Omar García, con quienes ha creado varios espectáculos.
“Ser actriz independiente no es fácil, y menos en Puerto Vallarta”, expresa Coral, “Como bien dice Muraira, pienso que ‘El trabajo no defrauda’ y que en algún momento dejaremos de preocuparnos por lo económico. Tengo el compromiso por estar informada, por ser lo más crítica posible para desarrollar los espectáculos y manejar un humor inteligente. Todo eso implica mucho trabajo: Soy mi propia actriz, mi propia directora, mi propia gestora, a veces también mi propia técnica y hasta mesera en mi congal. Pero tengo la libertad de seguir creando espectáculos sobre lo que pienso y la libertad de trabajar con las personas que elija”.
Por si esto fuera poco, “La Gata” organiza cada año el “Festival Internacional de Cabaret de Puerto Vallarta”, ideado originalmente por Muraira, bajo el lema “El festival más atrevido del puerto”. Su objetivo es descentralizar el cabaret y propiciar un espacio para los cabareteros que no son tomados en cuenta en el festival de la CDMX, a fin de demostrar que “Aquí estamos los otros”. Este festival ha tenido cuatro ediciones, es autogestivo y es posible gracias a los participantes, y a restaurantes y hoteles que fungen como patrocinadores. Entre los padrinos de los festivales se encuentran Tito Vasconcelos y Trino Camacho.
Coral Arroyo es un excelente ejemplo de que, produciendo espectáculos de calidad, colaborando con otros colegas y buscando ser autosustentable, se puede vivir y producir de forma independiente. Por toda la labor que realizan, ella y su foro merecerían cualquier apoyo o beca gubernamental, sin embargo, ante el desdén y la falta de visión por parte de las autoridades, Coral, como cientos de creadores del país, sigue trabajando con talento, honestidad y compromiso para enriquecer la vida cultural y artística de su comunidad. Cuando vayan a Puerto Vallarta, una ciudad gay friendly por excelencia, ¡no dejen de asistir a “La Gata Foro Bar”!
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CRÉDITO DE TODAS LAS FOTOGRAFÍAS: Sabacho Vallarta