“A 531 años del inicio de la guerra, seguimos resistiendo. 531 años han pasado y no nos conquistaron, ¡Viva el Congreso Nacional Indígena en sus 27 años de vida! ¡Nunca más un México sin nosotros! ¡Por la reconstitución integral de nuestros pueblos, ¡Congreso Nacional Indígena, Concejo indígena de gobierno!”
Por Johana Utrera / @UtreraJo25
El Congreso Nacional Indígena convocó a una acción global contra la guerra hacia las comunidades indígenas y al EZLN. Mientras tanto, los pueblos originarios del municipio de Juan C. Bonilla, Puebla, respondieron a ese llamado. La cita fue el 12 de octubre del presente año, en la presidencia auxiliar de San Lucas Nextetelco, en punto de las 10:00 a.m.
En medio de un clima frío y nublado con un paisaje adornado de flor de cempasúchil, milpa y tejocotes, los convocantes y las otras luchas se unieron para dar unas palabras. Entre las palabras, se encontraban las de Montserrat, vecina de San Lucas Nextetelco quien contaba y reafirma la postura de los vecinos en decir no al complejo policial, que impone José Cinto. O las palabras de la vecina de Santa María Zacatepec, quien también apoyaba la postura de no imposición y no represión a los pueblos originarios. Aunque, también hablaba de la resistencia:
También celebrando esta fecha tan importante, que es un día importante de pueblos originarios, de pueblos que estamos en resistencia, que estamos luchando por una vida mejor, por una digna y como decían los españoles que nos han conquistado, no es verdad, aquí seguimos, aquí estamos y seguiremos resistiendo. Esta lucha debe de seguir a todas las comunidades y a todos los pueblos originarios. ¡Vivan los pueblos originarios que luchan y que resisten!
Después de escuchar todas las luchas de resistencia ante el extractivismo, la gentrificación y daños al ambiente. Los pueblos originarios y otras luchas mandaron un saludo a la comunidad Otomí residente en la Ciudad de México:
Aprovechamos también, para mandar un saludo fraterno desde acá, desde el territorio de las Cholulas, este territorio digno de lucha y resistencia, para la comunidad Otomí, residente en la Ciudad de México, que hoy festeja 3 años de la toma al Instituto de los Pueblos Indígenas, que hoy es la casa de los Pueblos Samir Flores Soberanes. Nuestra fraternidad a toda esa lucha digna que está encabezando la comunidad otomí residente en la Ciudad de México, también la comunidad de Querétaro y todos los pueblos originarios que hoy se suman en este tercer aniversario de resistencia…
Más adelante, aquel pedacito de resistencia se perfumó con el aroma del café, el pan, las tortillas y la papa con rajas y carne en salsa verde, que las vecinas ofrecían a los asistentes. Un vecino de Juan C. Bonilla comentaba que aquellos platillos eran producto de la organización.
Cuatro ruedas detrás, la movilización cambió de escenario, de San Lucas Nextetelco, hasta la Ciudad de México. El paisaje de las ventas pasaba por Huejotzingo, hasta Valle de Chalco y de ahí, hasta la zona centro de la Capital, para concluir en el Ángel de la Independencia.
Momentos de organización y saludos dieron inicio; de pronto, de un autobús procedente de Guerrero bajó María de Jesús Patricio Martínez, o Marichuy, la vocera elegida por el Congreso Nacional Indígena. Más saludos y más organización, hasta que partió la marcha con el objetivo de llegar a la plancha del Zócalo.
En todo ese trayecto se escuchaba diversas consignas como: ¡Samir no murió, el estado lo mató! ¡Zapata vive, la lucha sigue! ¡E.Z.L. N.!, etc. Aunque, si se habla de imágenes, se observaban gráfica de los compas zapatistas, en el sonido móvil una pintura del finado Subcomandante Insurgentes Marcos o las pancartas con consignas de las distintas luchas.
En ese trayecto, se observó las pancartas de Luz y Fuerza y, de repente, dos sujetos salieron de los contingentes. Tras unos minutos, regresaron con la bandera de España. Prosiguieron con la marcha, no obstante, con un pedazo de tela que los acompañó; primero por el palacio de Bellas Artes hasta el Zócalo.
Ya en el zócalo, se dio inicio con el mitin, los participantes escuchaban, la prensa capturaba cada persona, pero, detrás de la valla de seguridad, se intervenía unos pedazos de ladrillo al que llaman Palacio Nacional, entre las consignas se encontraba: AMLO es el CJNG o EZLN vive. Un dron sobrevolando después, un cuerpo de policías llegaba. Más tarde, el fuego rodeaba aquella bandera.
En tanto el mitin, unas de las palabras de Marichuy:
“A 531 años del inicio de la guerra, seguimos resistiendo. 531 años han pasado y no nos conquistaron, ¡Viva el Congreso Nacional Indígena en sus 27 años de vida! ¡Nunca más un México sin nosotros! ¡Por la reconstitución integral de nuestros pueblos, ¡Congreso Nacional Indígena, Concejo indígena de gobierno!
Fue con el himno zapatista y un escenario iluminado con velas y nombres que el mitin daba fin, además de un espectáculo de baile:
Vamos, vamos, vamos, vamos adelante
Para que salgamos en la lucha avante
Porque nuestra Patria grita y necesita
De todo el esfuerzo de los zapatistas