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#CUCSHNoSeMueve: A siete días del paro

#CUCSHNoSeMueve Comunicado
Comunicado

A la comunidad universitaria inconforme de Jalisco, México y Latinoamérica, al 15 de mayo del 2023. 

De Villanueva se publicitó:

Como líder y ejemplo tapatío, Ricardo Villanueva se ha convertido en un rector sensible y cercano a las causas de las y los jóvenes. 

24 de noviembre de 2022, El Informador. 

Las y los estudiantes de CUCSH La Normal hoy cumplimos 7 días de paro indefinido. Días en los que la UdeG se ha mostrado sorda e indiferente a nuestras legítimas exigencias de dignidad y justicia. Exigencias que defienden la promesa que se nos hizo de una universidad pública, crítica, gratuita, científica, combativa y popular. Y que son parte de sus obligaciones como institución universitaria:

  1. Permanencia de la División de Estudios Históricos y Humanos en el campus La Normal, y la renuncia absoluta al cambio de campus.
  2. Rehabilitación del campus La Normal, cuyas instalaciones actualmente se encuentran en condiciones indignas para un centro educativo.
  3. Transporte universitario seguro y gratuito con rutas estratégicas que conecten los diferentes centros y espacios universitarios.
  4. Adecuación de horarios de acuerdo con las necesidades de los estudiantes.
  5. Conformación y realización de Mesas de Trabajo en las que se dé seguimiento a los puntos discutidos en este Pliego.
  6. Seguridad y financiamiento para viajes extracurriculares.
  7. Que nunca más se vuelvan a tomar decisiones que afecten a la comunidad universitaria sin antes consultarlo con el estudiantado. 
  8. Firma y cumplimiento de Carta de No Represalias.

La toma del Centro Universitario se mantiene en pie porque, pese a los constantes citatorios que se les hicieron llegar, los rectores, el Dr. Ricardo Villanueva Lomelí y el Dr. Juan Manuel Durán, no se han dignado a presentarse y recibir el pliego petitorio, firmar la carta de NO represalias que garantice nuestra seguridad y llevar a cabo las mesas de trabajo que hagan valer la democracia participativa que la universidad supuestamente enseña en las aulas y que tanto presume ante los medios, ante Jalisco, México y el mundo.

Ellos apuestan a nuestro desgaste y cansancio. Nosotros apostamos por la autogestión, la organización y la cooperación, a través de los mecanismos de democracia que hemos construido y fortalecido a prueba y error durante este paro; cuyas herramientas no se nos proporcionaron, como la educación pública siempre nos prometió.

En Belenes un fantasma presagia la desaparición de las carreras sociales y humanas, es el fantasma del estudiantado alienado y resignado al abandono por parte de las autoridades universitarias, quienes nos consideran y tratan como alumnos de segunda. Su silencio y abandono es prueba de ello, además de resultado de la poca valoración que han tenido nuestras facultades y su labor para construir sociedades cada vez más justas en las que las clases subalternas tengan cabida. Nuestras carreras, que no atienden a los intereses de una sociedad líquida, mercantilista, individualista y utilitaria, son desplazadas a las periferias, fuera del ojo público y de su memoria histórica.

Esta decisión filtra a les estudiantes, dividiéndonos entre quienes tienen los medios, el tiempo y los recursos para transportarse, y quienes tendrán que tomar de cuatro a seis camiones al día y harán cuatro horas en traslados, cuyo efecto puede observarse en carreras como sociología, que ya fue desplazada y que presenta inquietantes índices de deserción.

Muchos piensan que la decisión está tomada y que es irrevocable. Nosotros estamos aquí, escribiendo estas cuartillas desde el auditorio Salvador Allende, con la convicción de que la UdeG y sus decisiones son de los estudiantes, no de Villanueva, no de la FEU, ni de nadie más que las personas que recorremos estos pasillos dejados al olvido y reapropiados por nosotres les estudiantes en resistencia.

Es impensable que la segunda universidad más grande del país no pueda ni sostener un techo digno sobre nuestras cabezas, pero sí tenga recursos para construir obras faraónicas. La UdeG ha dejado de lado sus obligaciones como universidad para convertirse en una empresa inmobiliaria y cultural.

A nuestros compañeres se les relega de la difusión de su trabajo en los espacios culturales que les pertenecen por el simple hecho de ser estudiantes: El MUSA y el privatizado Conjunto Santander de Artes Escénicas, el también privatizado Auditorio Telmex, el Guanamor, Pabellón Cultural Universitario y el FICG, no facilitan, ni promueven la difusión de la obra de los universitarios. 

Creemos que tanto otra universidad como otro futuro es posible, un futuro que no sólo sea el simple paso del tiempo sino el avance de la conciencia social y la dignidad humana. Luchamos por la promesa que se nos hizo como obreros y como hijos de obreros de una universidad gratuita y accesible. Estos siete días, no hemos defendido otra cosa que no sea el derecho básico a la educación.

ATENTAMENTE 

Les Encapuchades 

(antes conocidos como Estudiantes)

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