El pasado sábado 6 de octubre se llevó a cabo la jornada cultural “Ecos de Tlatelolco” en la Plaza Cívica de la Patria de Ensenada, misma que dio fin a una semana de actividades realizadas a manera de homenaje por los 50 años del 2 de octubre de 1968. La intensión del evento fue la conmemoración a todos aquellos jóvenes ejecutados por el ejército mexicano en la Plaza de las Tres Culturas, luego de un movimiento estudiantil que se atrevió a pensar, bailar, cantar y organizarse para desafiar a un gobierno autoritario, represor y coercitivo de la libertad de expresión.
Redacción: Andrés Orbe
Fotos y video: Iván Gutiérrez
La Jornada Cultural dio inicio a las 16 horas con poesía a micrófono abierto, seguido por baile y música que invitaron a la reflexión sobre las diferentes injusticias que atraviesa el país. También participaron agrupaciones musicales con mensajes de protesta, con lo que recordaron atrocidades cometidas por el Estado Mexicano, como lo fueron el 2 de octubre del 68 en Tlatelolco, el 10 de junio del 71 en el halconazo, el 28 de junio del 95 con la masacre en Aguas Blancas, el 22 de diciembre del 97 con la matanza en Acteal y el 26 de septiembre de 2014 con la desaparición de estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa, entre otros.
El evento contó con una dinámica abierta donde las personas se acercaban y quedaban el tiempo que quisieran; hubo personas que se quedaron desde que comenzó hasta su conclusión, y personas que pasaban y decidían presenciar los diferentes números, guiados por la curiosidad.
Entre los presentes hubo integrantes del Colectivo “Voces en Resistencia”, se les preguntó por la importancia de los 50 años del 2 de octubre y contestaron: “Somos los nietos de revolución, hijos del 68 y hermanos de Ayotzinapa. A 50 años de la matanza, para las personas que hemos participado desde siempre en la lucha social, Tlatelolco es el ejemplo a seguir, el parte aguas de la historia, es lo que no debemos olvidar, si olvidamos ellos ganan, gana Ordaz, gana Echeverría, si olvidamos la sangre de nuestros compañeros que cayeron en Tlatelolco no habrá servido de nada”.
Una de las cantantes que se presentaron fue Nichelle Lares; cuando se le cuestionó sobre el uso de la música para recordar este tipo de acontecimientos, ella comentó: “la música es una expresión libre, y como todas las artes tiene la capacidad de concientizar, reflexionar de una forma agradable y de una forma que da la posibilidad de escoger las tantas variantes que hay de ritmos y usarlos para dar mensajes que propicien a la reflexión”.
La semana de actividades “Ecos de Tlatelolco” culminó con la jornada cultural, sin embargo, el recuerdo de los acontecimientos se debe mantener presente, la reflexión que incite a respetar y valorar, porque a derivación de aquellas luchas, hoy gozamos de derechos democráticos y libertades que en aquellos tiempos eran impensables.
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