El día 8 de la Caravana el Sur Resiste pudo documentar la destrucción y tala de miles de árboles en tan sólo una pequeña parte de lo que es el tramo 6 del proyecto Tren Maya, específicamente en el cruce a Laguna Ocom en Quintana Roo.
Por Karen Castillo / @karencitatacha
En cuanto llegamos, el panorama es desolador. En este lugar, el Tren Maya ya ha tomado la vida de miles de árboles; cedros y caobas han sido talados sin ningún tipo de consideración por todo lo que se pierde con cada árbol que es derrumbado.
El hogar de cientos de especies, ha sido arrancado de la tierra para poder entregar el Territorio a empresas americanas, canadienses, y alemanas.
La selva maya, antes llena de vida, flora y fauna, ahora es un espacio partido a la mitad en donde sólo hay piedras y todos los árboles han sido asesinados.
Ahí en donde la vida ha sido destruida, el calor no da tregua, la sequía se siente en el ambiente, el polvo se siente flotar en el aire.
Aunque se han visto fotografías en internet de este crimen, estar en medio de la destrucción y muerte es doloroso para todos y todas los/las presentes.
El responsable de este ecocidio tiene nombre: Andrés Manuel López Obrador.
Angel Sulub, de la comunidad maya de Noj Kaj Santa Cruz Xáalam Naj K’ampokolche’, habla de lo que este desastre significa para su pueblo, el pueblo maya que ha habitado y defendido esta selva por milenios:
“Con mucho coraje, con mucha rabia en medio de un territorio sagrado, la selva que nos han legado nuestros ancestros y ancestros, un territorio por el que nuestros abuelos y abuelas lucharon para cuidar y garantizar que nosotros y nosotras sus nietas podamos disfrutar le bienestar que nos da el territorio. Esta selva maya está siendo despojada, esta selva maya está siendo brutalmente asesinada. Aquí en donde estamos había cedros, caobas, chicozapotes, por aquí caminaba el venado, por aquí caminaban los jaguares. En este momento estamos viendo un lugar desolado.
Estamos viendo el inicio de lo que ellos, los de arriba quieren, el saqueo, el extractivismo mas voraz de los pueblos. Por este territorio transitan aguas sagradas, que vienen desde el estado de Campeche y se van hasta la costa. No solo estamos viendo la devastación de estos ecosistemas, estamos viendo la destrucción de la forma de la vida de los pueblos.”
Dos mujeres realizan un ritual en este sitio de destrucción, ofrendan a la tierra herida agua y miel, le dicen que a la madre tierra que resista, y que sienten su dolor.
Un modelo de destrucción y muerte
En el lugar de la devastación hablamos con Sergio Madrid y Sara Cuervo del Consejo Civil Mexicano de Silvicultura, sobre la destrucción de la selva maya en la Península de Yucatán como resultado del avance del proyecto Tren Maya.
Sergio Madrid y Sara Cuervo explican que esta región y la península de Yucatán es una de las regiones con mayor superficie forestal en el país junto con Chiapas, y el segundo sistema forestal más importante de América reconocida como la Selva Maya.
También hablan sobre la variedad de especies endémicas en esta región como lo es el jaguar, el tapir y muchos otros.
Sergio Madrid habla sobre cómo el modelo de turismo extractivista, destrucción ambiental y social de Cancún quiere ser replicado en toda la Península.
“Ese modelo ha sido sobre quitar el acceso de la playa a las personas, el territorio ha sido tomado por grandes capitales del turismo, lo que quiere FONATUR es llevar este esquema de grande inversión de empresarios, y el gobierno es el que abre el camino para que estos empresarios puedan entrar. El medio ambiente, la organización en defensa del territorio, los derechos humanos, son un estorbo para este esquema.”
Sara Cuervo también habla sobre la necesidad de no sólo ver la terrible devastación de las vías del tren, sino también, todo el ecocidio en otras áreas como lo ha sido el relleno de cenotes y aguadas.
También mirar la violencia que se ha provocado a partir de la implementación de este proyecto y que se ha generado con la llegada del Ejercito y Guardia Nacional a los lugares en donde se va a construir el proyecto.
“A pesar de más de 500 años de resistencia, vivimos un momento histórico de ver a las comunidades atravesadas por un proyecto genocida y ecocido. Hay terror y miedo por la militarización y la llegada de estos cuerpos; hay también este desconocimiento de todo lo que se está tejiendo con este proyecto, y cómo está conectado con el corredor Interoceánico y todo el interés geopolítico de la región.”
Sergio Madrid habla en específico del proceso de deforestación, y sobe la falta de políticas públicas del Estado mexicano para atender y detener la deforestación en los estados de Chiapas y la Península de Yucatán.
En cambio, el Gobierno de México ha fomentado esta deforestación masiva al no implementar ningún tipo de regulación ambiental para talar miles de hectáreas y sembrar monocultivos como la caña de azúcar, el sorgo, y soya de manera agroindustrial o bajo el proyecto asistencial y clientelar Sembrando Vida, el cual se ha comentado durante la Caravana como uno de los principales promotores de división comunitaria.
Finalmente, Sara Cuervo habla sobre la llegado de otras industrias explotadoras a la región junto con la llegada del Tren Maya, entre las que se incluyen las inmobiliarias para construcciones de lujo y proyectos de turismo para personas extranjeras con alto poder adquisitivo, la trata de mujeres e infancias como ha pasado en la zona de Cancún y en otras áreas impactadas por megaproyectos de muerte.
Antes de partir, las personas se toman una fotografía en una pila de piedras y material de construcción, con el puño en alto, la Caravana el Sur resiste grita, ¡La Selva No se Vende, se Ama y se Defiende!
Nos vamos con el corazón adolorido de ver la forma más cruel del capitalismo asesino y voraz, pero también llevamos el corazón lleno de rabia prometiendo a la madre tierra luchar para defenderla, para defendernos, hoy más que nunca necesitamos entender que esta lucha es por la vida.