Por Max González Reyes
El PVEM surgió como una organización partidista en 1986 como Partido Verde Mexicano (PVM). Participó por primera vez en las elecciones federales de 1991 en forma independiente, con el nombre Partido Ecologista de México (PEM) pero al no conseguir el porcentaje requerido para obtener su registro, sus dirigentes tuvieron que buscar una nueva oportunidad, en 1993. La aparente nueva organización cambió su nombre al actual, Partido Verde Ecologista de México. En sus comienzos el PVEM estuvo liderada por la familia González Torres, siendo su primer dirigente Jorge González Torres, ex militante del PRI, quien dejó la presidencia a su hijo, Jorge Emilio González Martínez, conocido como Niño Verde, que lo presidió desde 2001 hasta el 2011.
Para las elecciones de 1994 y 1997 mantuvo con lo mínimo su registro como partido político, llegando a colocarse como cuarta fuerza a nivel nacional. Pese a que tenía poca presencia, para las elecciones del año 2000 logró concertar una alianza con el PAN bajo el nombre Alianza por el Cambio. Con ello pudo mantenerse en el escenario político nacional, toda vez que el candidato de la coalición, Vicente Fox, fue el triunfador de aquella elección, la primera donde se derrotó al PRI desde su fundación. Sin embargo, una vez que el Presidente Fox fue alejándose de sus promesas de cambio, la dirigencia se distanció del gobierno; para las elecciones intermedias de 2003 se alió con el PRI para presentar candidatos comunes a la Cámara de Diputados. Esa alianza fue muy fructífera pues logró 17 diputados. Asimismo, la alianza con el PRI se extendió en la mayoría de las elecciones para gobernadores de los estados con lo cual logró cierta presencia en el interior de la República, toda vez que el logotipo del partido aparecía al lado del PRI.
Para la elección presidencial de 2006 el PVEM pretendió ir, en un principio, con un aspirante propio, postulando a Bernardo de la Garza como su candidato, pero a finales de 2005 éste decidió declinar a favor del candidato del PRI, Roberto Madrazo, el cual quedó en un lejano tercer lugar. Como se recordará aquella elección fue muy cuestionada por lo cerrado de los resultados entre el candidato del PAN, Felipe Calderón y el postulado por el PRD, Andrés Manuel López Obrador. La alianza PRI-PVEM quedó borrada de aquella elección.
A partir de entonces el partido buscó impactar entre la población implementando campañas como aplicar la pena de muerte a asesinos y secuestradores, así como proponer que las medicinas fueran gratuitas. Para ello echó mano de actores de televisión, a la par que postuló algunos candidatos ligados a los medios de comunicación.
En la elección de 2012 acompañó nuevamente al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, con lo cual buscaba asegurar el registro ante el IFE. En aquella elección obtuvo 27 diputados y 7 senadores, además de ganar su primera gubernatura en Chiapas con Manuel Velasco como candidato. Derivado de esta coalición, el partido se convirtió en fiel aliado del gobierno: acompañó las llamadas reformas estructurales (energética, educativa, laboral, etc.) que planteó el anterior gobierno a través del Pacto por México, del cual fue firmante.
Para la elección de 2018 nuevamente se unieron al PRI para presentar como candidato a José Antonio Meade, quien quedó en un lejano tercer lugar.
Actualmente, una vez que el PRI está relegado a un plano secundario en el ámbito legislativo, y que la fusión con el PAN en el sexenio de Fox no le dio resultados, el PVEM busca reacomodarse para no desaparecer. A decir verdad, la organización ha sobrevivido no por sí misma, sino por las coaliciones que ha sostenido con el partido que en su momento se vislumbra más fuerte.
Ahora los dirigentes del Partido Verde se han acercado al Presidente Andrés Manuel López Obrador. Precisamente, el ex gobernador de Chiapas, y ahora Senador de la República, Manuel Velasco, señaló hace algunos días que el respaldo de su partido en el Congreso no es para el partido mayoritario, sino para el Presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que sus votos no son para que a Morena le vaya bien, sino para que López Obrador pueda concretar su proyecto de nación. Este argumento fue el mismo que dieron cuando apoyaron al PAN y al PRI. El Coordinador aseguró que su regreso al Senado no es para cumplir funciones específicas u órdenes de alguien, simplemente para sumar a la causa que impulsa el Presidente, por lo que rechazó que vaya a ser mediador entre la oposición y el Ejecutivo.
Estas declaraciones contrastan con el apoyo que recibió de Morena cuando Manuel Velasco tenía la doble función de Senador y Gobernador de Chiapas. Como se recordará, a inicios de la actual legislatura el legislador pidió licencia al cargo de Senador para regresar a concluir su periodo de gobierno, luego de que el Congreso local modificó la constitución para conceder esa posibilidad. Cuando se presentó la solicitud al Pleno del Senado la propuesta se rechazó, pero horas más tarde, antes de que concluyera la misma sesión, la Asamblea avaló darle licencia. En esa segunda presentación se aprobó con el apoyo de senadores de Morena quienes horas antes habían descalificado a Velasco por tener la doble función, Sin embargo al tener la mayoría en el Senado, negoció que algunos diputados del Verde se pasaran a Morena y así tener la mayoría en la Cámara baja.
Como se puede observar, el Partido Verde se mueve a favor de las aguas del partido mayoritario en turno. Todo sea por mantener la pequeña rebanada del presupuesto. Algunos trascendidos señalan que la reciente reincorporación del Senador Velasco a su curul (una vez que terminó su periodo de gobierno en Chiapas) es para impulsar la reforma de revocación de mandato propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Se dice que logrado esto, le darán una Secretaría. Con ello, el partido sobrevivirá un sexenio más. Después ya veremos.