Ciudad de México, 06 de julio de 2020. El día de ayer falleció don Ildefonso Zamora, el histórico defensor del Gran Bosque de Agua en el Estado de México.
La comunidad de San Juan Atzingo, ubicada en el municipio de Ocuilán de Artega, Estado de México, comenzó la defensa de sus bosques en 1998 ante el embate de la tala ilegal. Su territorio es parte del Gran Bosque de Agua, que abarca 120 mil hectáreas que albergan casi el 2 por ciento de la biodiversidad mundial. Como comisariado de Bienes Comunales, Ildefonso Zamora -de origen tlahuica- impulsó el reconocimiento de las tierras de San Juan y denunció a los taladores de bosques.
La defensa del bosque le ha resultado costosa a la familia. En mayo de 2007, sus hijos Aldo e Ildefonso Zamora fueron emboscados por taladores en una carretera rural. Aldo, de 21 años, fue asesinado. Misael quedó gravemente herido de un pulmón.
En noviembre del 2015, Ildefonso fue detenido y trasladado al penal de Tenancingo: había sido acusado por un delito que fabricaron las autoridades mexiquenses a pedido de los depredadores ambientales. El proceso estuvo lleno de irregularidades, a tal punto que Amnistía Internacional lo nombró “preso de conciencia”. Nueve meses después de su encarcelamiento, gracias a un amparo promovido por el Centro Prodh, un Juez federal ordenó liberar a Ildefonso al no existir pruebas en su contra.
El Centro Prodh recordó hoy que don Ildefonso, además de perseguido, también fue reconocido por su inmensa labor: Mención honorífica en el Premio al Mérito Ecológico, Preso de Conciencia por Amnistía Internacional, el respaldo de Greenpeace “y la admiración de todas las personas que conocimos su valiente defensa de los bosques”.
El hostigamiento contra su familia y su comunidad no ha cesado. Recientemente, Misael fue también acusado por un delito que no cometió, en represalia por defender el bosque, lo que sin duda contribuyó a agravar el estado de salud de su padre. Hasta el día de hoy, las actuales autoridades del Estado de México le hacen enfrentar un proceso penal injusto, mientras siguen impunes los taladores que asesinaron a su hermano y que han hostigado por años a su familia.