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Flores Consteladas: La colección de poemas de dos hermanas separadas por un arresto injusto

Ericka fue privada de su libertad injustamente hace casi 18 años. Ella y su hermana Tonantzin han luchado porque su caso sea analizado correctamente para que pueda salir en libertad.

Superando toda distancia física, juntas crearon Flores Consteladas un poemario escrito por ambas, donde procesan sus dolores, sentimientos encontrados y recuerdos marcados por la privación de la libertad de Ericka.

El libro tuvo su primera presentación en Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD) Jalisco el 8 de abril 2024, con una publicación de 100 ejemplares.

Por Ana Paula Carbonell Díaz / @AnaPauCarbonel1 / @ZonaDocs

Fotografías: Facebook Centro de Justicia para La Paz y el Desarrollo (CEPAD) 

“Escribí de esa impotencia de entre no poder ir a visitarla y sentirme todo el tiempo cansada y luego sentirme con la culpa de no ir a visitarla. Entonces fueron como mi forma de desahogar la culpa que sentía. Lo escribía, pero no se lo decía yo a ella.”, comenta Tonantzin.

Tonantzin estudió sociología y se considera una mujer “extraterrestre” debido a su alta sensibilidad hacia los problemas del mundo y su neurodivergencia. En entrevista con ZonaDocs, cuenta que fue complicado volver a visitar momentos de tanto dolor para la creación de Flores Consteladasel poemario que ella y su hermana Ericka, privada de la libertad injustamente desde hace 18 años, escribieron juntas. Sin embargo, esta pieza también fue una forma de catarsis. En éste se tratan temas que no se habían hablado entre hermanas.

“Había mucho enojo, mucha impotencia. Eran emociones fuertes que no sentía que podía contarle a mi hermana, también por lo complicado que es tener comunicación con alguien dentro de una prisión.”

Flores Consteladas: La colección de poemas de dos hermanas separadas por un arresto injusto

Al preguntarle sobre qué cambios trajo esta experiencia para ella y su hermana, relata que fue una manera para que las dos pudieran conocerse mejor. Pudieron leer los pensamientos más íntimos de la otra, sobre la misma situación, sobre sucesos que fueron desencadenados por lo mismo, pero desde su propio punto de vista.

Ericka ha pasado casi 18 años privada de su libertad, a pesar de que su familia ha llamado a las autoridades una y otra vez para que se revise nuevamente el caso, ya que, además de ser inocente de lo que se le acusa, sufrió tortura de parte de las autoridades que le detuvieron. No obstante, con el paso del tiempo, ella ha tenido que aprender a llevar a cabo su vida ahí. De hecho, un taller de libros cartoneros dentro de la prisión fue lo que la acercó a la poesía y a este proyecto:

“Tuve que decirle antes de que leyera mis poemas que no era nada personal, que eran mis emociones, que mucho eran cosas pasadas. Aún así cuando lo leyó no pudo dejar de llorar, y también se lo compartió a sus amigas, que lloraron también. Muchas pasan por lo mismo, por la misma culpa de estar dentro mientras su familia está fuera.”

Un libro cartonero está hecho completamente a mano, por lo que Ericka aprendió todo sobre el procedimiento. Después, le preguntó a su hermana si ella quería crear uno con ella, este fue el inicio. Tonantzin se encargó de editar, categorizar y organizar los poemas de las dos para crear una colección cohesiva. El novio de Ericka, que también se encuentra privado de su libertad, fue el elegido para hacer las ilustraciones que acompañan las palabras.

Creo que mi parte favorita fue esa, el trabajar con mis manos para crear los libros. Es un proceso muy bonito y más el poder ver cómo cada poema fue agarrando forma. Creamos 100 ejemplares, pero la respuesta ha sido tan buena, que queremos hacer más.

El libro que crearon Ericka y Tonantzin también es un reflejo de la violencia que viven las mujeres que se encuentran privadas de la libertad, muchas veces en situaciones que vulneran sus derechos humanos, así como, de la forma en la que estos contextos afectan a sus familiares y seres queridos en el exterior.

Tonantzin menciona que tiene toda la intención de seguir escribiendo, con su hermana y por su cuenta. Le parece importante contar este tipo de historias y le sorprendió la respuesta del público. “Aunque no tienen un familiar privado de su libertad, se pueden ver reflejados y empatizar con nuestros poemas. Eso me parece increíble”, asegura.

 No solo es un ejercicio de catarsis para ella y su hermana, es también una forma de continuar con la lucha para que Ericka salga en libertad, algo que ella sabe que sucederá.

Si te interesa leer Flores Consteladas, puedes escribir a la página de Facebook de Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), la organización civil que sigue y apoya el caso de Ericka. Ahí te podrán contactar con Tonantzin para comprar un ejemplar, o también puedes revisar su librería.

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