Con la consigna “No un minuto de silencio, sino toda una vida de lucha”, colectivos exigen un país democrático.
Por Dinazahar García / @Dina_Netertua26
Este 10 de junio se conmemoraron 50 años de la Masacre del Jueves de Corpus, conocida como “el Halconazo”, en la que estudiantes fueron reprimidos de forma violenta por el grupo de paramilitares conocido como “Los halcones”, dirigidos por el coronel Manuel Díaz Escobar donde hubo al menos 60 muertos, 150 heridos y 300 detenidos aproximadamente.
A la marcha se dieron cita diversos colectivos, normalistas y sindicalistas de la ciudad, convocados principalmente por el Comité 68, quienes precedieron a la marcha con actividades conmemorativas; guardaron un minuto de silencio por las victimas acaecidas aquel fatídico 10 de junio de 1971, y enseguida procedieron a tomar la palabra los diversos colectivos que se hicieron presentes a través de una ronda de posicionamiento de las distintas organizaciones como Semilla guinda, Relevo XXI, Colectivas feministas 4T, Plataforma Juventud 4T, e incluso el Comité antifascista 4T con alcance internacional en países como Chile, Uruguay y Bolivia, concluyendo con la consigna “Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos”.
Posteriormente alrededor de las 16 horas, se empezaron a conformar los contingentes para dar inicio a la marcha conmemorativa que partió de las afueras del metro Normal, para seguir la ruta que en aquel 1971, los estudiantes pretendían realizar hacia el Zócalo Capitalino, cuando fueron reprimidos por exigir liberación de sus presos políticos y respeto a la autonomía de las universidades tras los hechos aún recientes de la masacre de Tlatelolco.
Los diversos colectivos, en la esquina de Avenida Juárez con Humboldt, se detuvieron a retirar un señalamiento y colocar un antimonumento que llamaron “A la mitad del camino”, haciendo alusión a que ese punto del recorrido sería la mitad de la ruta por donde marcharían los estudiantes que partieron del Casco de Santo Tomás al Zócalo, pero no lograron llevar a cabo al ser emboscados por el grupo paramilitar y policías. En el antimonumento plantaron algunas flores alrededor y en las paredes de la estructura con forma de cubo y una gran letra “V” encima, se apreciaban las leyendas “A 50 años del crimen de Estado, 10 DE JUNIO 1971-2021 La lucha sigue…”
Cabe mencionar que mientras se llevaban a cabo las actividades conmemorativas, algunos familiares y sobrevivientes de víctimas de la llamada Guerra Sucia sostuvieron un encuentro con el presidente del país Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional.
En el trayecto, a la altura del metro bus Hidalgo de la línea 7, un reducido grupo de al menos 10 integrantes anarquistas, pretendieron irrumpir en la marcha y comenzaron a realizar algunas pintas en el metrobus y algunos muros de los establecimientos rumbo al Zócalo, sin embargo, integrantes del contingente impidieron que la marcha se desvirtuara y esta continuó su recorrido sin mayores percances.
Finalmente al llegar a la plancha del Zócalo Capitalino, dio inicio el mitin encabezado nuevamente por el Comité 68, y sucedido por colectivos y sindicatos como Colectivo 10 de junio, Confederación de estudiantes de México, normalistas de las rurales Ayotzinapa y Mactumatzá, Unión popular de vendedores ambulantes, entre otros.
Entre sus principales demandas, exigieron el cese a la represión contra todos los sectores sociales, que retiren la libertad condicional a los jóvenes encarcelados en Chiapas, detener el hostigamiento hacia las normales rurales, justicia por el asesinato de 38 defensores ambientales, la presentación con vida del activista y líder yaqui Tomás Rojo, entre otras exigencias, ya que a 50 años de la matanza, el episodio de violencia donde el principal señalado es el ex presidente Luis Echeverría, permanece en impunidad. Exigieron además, construir un país democrático con la consigna “No un minuto de silencio, sino toda una vida de lucha”.
