Por Karen Castillo/@karencitatacha
Hoy 5 de mayo del 2021, cinco integrantes de la colectiva Mujeres de la Tierra fueron agredidas físicamente por una persona del Pueblo de Santa Ana Tlacotenco, Milpa Alta, CDMX, localidad en donde ellas habitan y organizan distintas acciones con el fin de reducir la violencia en contra de las mujeres.
Mujeres de la Tierra es una colectiva la cual vende productos a base del maíz como tamales, tlacoyos y tortilla; su finalidad es impulsar la economía de mujeres víctimas de violencia de género y fortalecer la autonomía económica de sus integrantes.
Una de sus integrantes relata que previo al ataque ella y otras cuatro compañeras se encontraban trabajando en varios de sus pedidos cuando el agresor Adán “N” llegó al lugar.
“Estábamos cansadas pero contentas, estábamos a punto de terminar. En ese momento llego esta persona y me pidió dinero para una cerveza, se lo dimos.”
“Le invitamos comida…. de repente no se qué paso pero empezó a insultar a mi hermana. Le dijo que porque ella quería imponer cosas o alzar la voz.”
Una de las integrantes de Mujeres de la Tierra cuenta que por 10 años vivió con Adán “N” en los que sufrió distintos tipos de violencia por parte del sujeto mencionado y de sus familiares.
La violencia que las mujeres de Milpa Alta sufren en su entorno familiar es una de las razones por la cual varias de ellas decidieron comenzar la colectiva de Mujeres de la Tierra.
“Yo sabía que el se iba a poner violento. Mi hermana le respondió que si me agredía a mí, se metía con todas nosotras. Yo le empecé a decir que se calmara y lo empecé a empujar para alejarlo. En ese momento nos amenazó con tirarnos todo nuestro equipo de trabajo, llego después su mama y cuñada. En vez de calmar las cosas ellas nos agredieron y comenzaron a golpearnos”
“En ese momento, el sujeto comenzó a golpearnos con el puño cerrado a todas, mis hijos estaban presenciando, mi hermana salió a pedir ayuda y nadie nos ayudó… solo una vecina.”
“Este sujeto tiró nuestro comal, tiro toda la comida, todos los pedidos…dijo ahorita las voy a matar y amenazo con desconectar la manguera de gas. También amenazo con matar a mi hijo, a mí y a mi hija nos aventó al comal caliente.”
La integrante que relata su testimonio dice no haber visto como fue que alguien logró retirar al agresor del lugar. Inmediatamente las mujeres agredidas contactaron a otras de sus compañeras y a colectivas feministas que se organizan en Milpa Alta y que mantiene estrecha relación con Mujeres de la Tierra.
Las cinco mujeres agredidas así como el hijo de una de ellas presentan diversas lesiones así como daños emocionales. Mencionan también sentirse devastadas ya que el agresor destruyó los materiales con los que generan su fuente de ingreso y los pedidos que habían realizado con mucho esfuerzo.
Al intentar denunciar esta agresión en los Ministerios Públicos de la zona no se presentó ningún medico legista. Las autoridades tampoco ofrecieron algún tipo de apoyo y ni siquiera se ofrecieron a trasladar a las mujeres al hospital.
Debido a la severidad de los golpes recibidos, varias de ellas han acudido al hospital de Milpa Alta.
“Me duele el corazón, el alma, y el cuerpo. Quería hacer todo para defender a mis hermanas… da mucha tristeza que pides ayuda y nadie la da. Los hombres aquí creen que nos defienden y nos cuidan pero son los que nos arrebatan la vida.”
Cabe mencionar que, como en el resto del país, Milpa Alta presenta altos índices de violencia de género. Tan solo en marzo de este año se registraron 3 feminicidios en una sola semana; dos en la colonia Pueblo San Pablo Oztotepec (Isabel González y Flor Anet Francisco) y uno en el Pueblo de Santa Ana Tlacotenco (Melesia mujer de 72 años de edad).
Además de la violencia de género, las mujeres de esta alcaldía se enfrentan a la discriminación como mujeres que habitan la periferia y como mujeres de Pueblos y Barrios Originario con todo lo que esto conlleva.
Iniciativas como las de Mujeres de la Tierra y otras colectivas de mujeres feministas en esta área han surgido como una necesidad que les permite sobrellevar la situación de violencia y discriminación que viven día a día.
Sin embargo, esta organización también conlleva que muchas de las mujeres sufran de estigma, amenazas, y agresiones por parte de habitantes y vecinos de Milpa Alta.