Por Max González Reyes
El pasado primero de marzo el Pleno del Senado de la República, aprobó la designación de Ana Yadira Alarcón Márquez y a Rafael Luna Alviso, para ocupar dos de los espacios pendientes para comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
La designación de ambos funcionarios es el resultado de un largo proceso que el Senado tenía pendiente desde hace un año. Cabe recordar que durante ese lapso el Consejo Consultivo del INAI, tramitó un amparo para que el Senado aprobara dichos nombramientos, pues el último día de marzo termina su encargo el comisionado Francisco Javier Acuña y el pleno del Instituto, que sesionaba con sólo cinco de siete comisionados, estaba en riesgo de no poder sesionar ni emitir resoluciones con sólo cuatro comisionados. De igual manera el 17 de febrero el Juzgado 17 del Distrito en Materia Administrativa, ordenó a la Cámara Alta realizar el nombramiento de forma inmediata a fin de evitar una parálisis en el organismo autónomo.
Una vez que avanzó el dictamen en las comisiones de Anticorrupción, Transparencia y Participación Ciudadana; y de Justicia, donde no sólo legisladores sino un Comité Técnico de Evaluación (CTE) evaluó a los candidatos, se presentó ante el pleno en la fecha antes mencionada. Sin embargo, en el debate, senadores de distintos partidos manifestaron su inconformidad por el acuerdo de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) por la designación de Ana Yadira Alarcón Márquez, por un período de siete años, pero sobre todo de Rafael Luna Alviso, por un período de siete años.
El Senador Damián Zepeda Vidales (PAN) señaló que la persona que se propuso, el varón, en las comisiones dictaminadoras, fue la segunda peor calificación de los 48 perfiles evaluados. El senador afirmó que Luna Alviso sacó 14 puntos, de 24 posibles en la evaluación que hizo el Comité Externo de Evaluación.
Por su parte el senador César Cravioto de Morena, dijo que “no puede ser que con los votos de la mayoría pongamos en estos órganos a personas que no garantizan un trabajo leal a la propia institución, que no garantizan un trabajo a favor del pueblo de México y que no garantizan siquiera el que pueda continuar este proceso de transformación del país. Me parece muy lamentablemente que sea una simulación el trabajo de las comisiones que durante meses y meses y meses ven propuestas, califican perfiles y resulta que no importa la calificación de las comisiones”. Agregó que en la Comisión de Participación Ciudadana, Anticorrupción, Transparencia, “el hombre propuesto, de cuarenta y ocho candidatos, quedó en el lugar número cuarenta y tres, o sea, reprobado. En la Comisión de Justicia, de cuarenta y ocho evaluados, quedó en el lugar treinta y cinco, reprobado. Y en el Consejo de Evaluación, de cuarenta y ocho evaluados, quedó en el lugar cuarenta y ocho, fue el peor”.
Por su parte la senadora Xóchitl Gálvez (PAN), quien es integrante de la Comisión de Anticorrupción , Transparencia y Participación Ciudadana, afirmó que votó en contra de este dictamen “por la manera en que se llegó, está en la lista Rafael Luna, que en mis calificaciones tiene cinco ceros”. La senadora agregó que “me es imposible votar por alguien que sacó cinco ceros, me es imposible”.
Los senadores inconformes reclamaron que los perfiles propuestos fueron escogidos solamente por los cinco coordinadores parlamentarios que integran la Jucopo, sin importar las evaluaciones realizadas en comisiones dictaminadoras ni por el CTE en más de 30 horas de entrevistas. Es decir, la Jucopo no tomó en cuenta el trabajo de las comisiones ni del CTE.
Desde luego, hubo senadores que se posicionaron a favor del dictamen. Finalmente, el dictamen se aprobó por mayoría calificada: Alarcón Márquez obtuvo 78 votos; y la Luna Alviso obtuvo 74, por lo que se comunicó al Presidente de la República para que, como lo marca la ley del organismo en un plazo de diez días hábiles haga uso de su derecho de objetar los nombramientos si así lo considera.
Desde luego es de destacar que el Senado haya nombrado a las dos vacantes, porque de no haberlo hecho el INAI hubiera sufrido una parálisis. Sin embargo, se supone que el proceso de selección es para elegir a los mejores perfiles, para eso se abre una convocatoria y se realiza un proceso de selección. El objetivo de dicho ejercicio es designar a los más capacitados en conocimiento y habilidad para ocupar el puesto.
Sin embargo, las designaciones hacen suponer que al no elegir a los candidatos que obtuvieron el mayor puntaje es que hubo una instrucción para designar a quienes finalmente fueron electos.
Posterior a la designación del Senado, se publicaron notas respecto a la relación de Luna Alviso con Ricardo Monreal, quien es senador de Morena, pero principalmente Presidente de la Jucopo. Dichas notas señalaron que el recién designado como comisionado del INAI fue responsable de la Dirección de Seguridad Pública en la entonces delegación Cuauhtémoc; asimismo, tenía mando sobre 363 policías auxiliares cuando Monreal era el delegado en dicha demarcación.
Lo anterior refleja que las viejas prácticas parlamentarias siguen vigentes. En este dictamen no se tomó en cuenta la evaluación de los integrantes de las comisiones dictaminadoras. Pesó más la designación de la Jucopo. Sin duda la prisa, pero sobre todo el influyentismo está por encima del proceso legislativo.
Sin embargo, el tema sigue en la mesa, pues el 16 de marzo el senador Monreal informó que el presidente Andrés Manuel López Obrador vetó ambos nombramientos, por lo que en los días siguientes se tendrá que retomar.