Las mujeres Abejas de Acteal, dignas y rebeldes

Foto: Mario Marlo

Texto y fotografías: Mario Marlo/@Mariomarlo

Guadalupe reza hincada junto a otras decenas de mujeres de la organización de Las Abejas durante la jornada de ayuno y oración por el día internacional de la mujer. Todas portan su vestimenta tradicional, con bordados morados y rojos, sus rostros cubiertos por los rebozos azules y blancos, si no lo reflexionamos pensaríamos que son mujeres sumisas y humildes, nadie pensaría que hace unos minutos acababan de encarar con dignidad y fuerza a los militares del campamento instalado en la comunidad de Majomut, exigiéndoles que se vayan de su comunidad.

Lupita, como le llaman sus amigos de cariño, es una de las sobrevivientes de la masacre de Acteal ocurrida el 22 de diciembre de 1997. Con tan solo 10 años de edad la pequeña corrió y se escondió entre las matas de café mientras que paramilitares adheridos al Partido Revolucionario Institucional (PRI) asesinaban a 34 mujeres, cinco de ellas embarazadas, siete hombres y cuatro menores de edad, todos miembros de Las Abejas.

Sentados sobre unas escalinatas, muy cerca de donde se encuentran enterrados los 45 mártires de Acteal, Guadalupe Vázquez Luna me dice que no me deje engañar, que las mujeres desde su fe se pueden ver muy sumisas y muy humildes pero en el fondo son mujeres muy fuertes, trabajadoras, luchonas.

Foto: Mario Marlo/Somoselmedio.org Mujeres Abejas de Acteal

“Han sido muchos años de lucha para que las Mujeres tengan participación en la organización de Las Abejas, las mujeres de Acteal, son fuertes, trabajadores, amas de casa, admirables por que son capaz de mantener una casa, organizarse y salir a luchar contra las injusticias.”

La conmemoración del día internacional de la Mujer se ha convertido en una fecha muy importante para Acteal ya que en la masacre la mayoría de los 45 asesinados fueron mujeres. “Nuestras compañeras no solo fueron asesinadas ese día, también fueron destazadas, les abrieron el vientre a cuatro mujeres que estaban embarazadas.” me explica Lupita.

Por eso es que para las mujeres Abejas la lucha más importante es la pacífica, aunque sepan que esto generará también perdidas para ellas. “Los Mártires de Acteal murieron limpios y tranquilos, no nos manchamos las manos de sangre, nuestra defensa ha sido la fé.”

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La Sociedad Civil Las Abejas, es un movimiento pacifista que busca la reivindicación y el respeto de los derechos humanos de los indígenas. En diciembre de 1992, 200 personas de ocho comunidades del municipio de Chenalhó decidieron conformar la sociedad civil, al darse cuenta que organizadas podían hacer frente común a las injusticias de la que eran víctimas.

En 1995 un año después de que iniciara el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) la situación política en la zona de Chenalhó se complicaba, mientras que el gobierno mexicano iniciaba diálogos en San Andrés Larrainzar con el EZLN en busca de la paz, el ejército mexicano iniciaba una estrategia descrita como “guerra de baja intensidad” que constaba de la creación de grupos armados en el interior de las comunidades con el objetivo de hacer parecer los ataques como conflictos inter-comunitarios.

Estos grupos paramilitares iniciaron un acoso contra simpatizantes del zapatismo dentro de los que se encontraban Las Abejas de Acteal quienes participaron constantemente dentro de los cinturones de paz que buscaban proporcionar apoyo a la seguridad de la comandancia del EZLN.

Según la memoria histórica de Las Abejas, la instalación de varios cuarteles militares en las entradas de las comunidades simpatizantes del EZLN y el hostigamiento de grupos paramilitares a comunidades, generó el desplazamiento de mas de 9,000 indígenas que se refugiaron por comunidades y su filiación política en campamentos de desplazados.

El 22 de diciembre de 1997, un grupo de tzotziles paramilitares, con armas de grueso calibre, dispararon contra un grupo de Las Abejas que se encontraban en la capilla de la comunidad de Acteal realizando una jornada de ayuno y oración por la paz en la región.

En el ataque murieron 45 indígenas, 18 mujeres adultas, cinco de ellas con embarazos hasta de 7 meses de gestación; 7 hombres adultos; 16 mujeres menores de edad, entre los 8 meses y los 17 años de edad; 4 niños entre los 2 y los 15 años de edad e hirieron a 26, en su mayoría menores de edad, varios de ellos con lesiones permanentes.

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Lupita  tiene un respetó muy grande por sus compañeras, las mujeres de Las Abejas, ya que ellas no solo tienen que enfrentarse a los despojos y violaciones por parte de los gobiernos hacia sus pueblos, sino que también tienen que luchar contra su propia comunidad, contra los hombres que les impiden caminar, que les impiden hablar por ser mujeres. “Por eso la lucha de la mujer indígena ha sido doblemente complicada que la de un hombre. Una mujer tiene que luchar dentro de su comunidad, de su familia, de su organización para luego poder salir a luchar contra el sistema de gobierno.”

Ella es un ejemplo, rebelde desde muy joven, no a su tradición o a su cultura, me explica, sino contra el machismo. “Me decían: te vas a comportar así, vas hacer de tal manera, y me rebelé al decir no porque esta es mi vida y mis decisiones son tomadas bajo mi criterio.”

Desde el 2001 las mujeres de Las Abejas se han fortalecido mediante la creación de cooperativas organizadas bajo una Mesa Directiva. Hasta el día de hoy, las cooperativas de Artesanas y el Grupo de Ahorro han empoderado a las mujeres económicamente y socialmente, lo que les ha ayudado a darse cuenta de que pueden ser autosuficientes.

Lo anterior no ha sido fácil, me explica Guadalupe, “en las comunidades de Chiapas cuando una mujer habla hay hombres que se sienten amenazados y es ahí donde entra el machismo, comienzan a buscar maneras para evitar que la mujer siga caminando pero en realidad es por que ellos no se sienten seguros.”

Orgullosa, Guadalupe me recuerda la imagen del fotoperiodista Pedro Valtierra tomada el 3 de enero de 1998, donde una mujer indígena empuja a un militar y me explica que por años se ha creído que esa mujer es zapatista, pero no es así. “Ella es una compañera Abeja, es un ejemplo de lo que somos las mujeres Abejas, mujeres que aparte de encargarse de su familia, son capaces de salir a la calle para solidarizarse con otras luchas, con otros dolores, con otros sufrimientos son las que cuando escuchan alguna injusticia se mueven, son capaces de enfrentarse con el enemigo, por ejemplo con los militares.”

La lucha de las Abejas ha sido reconocida desde sus inicios por ser pacífica, por ser eso, Abejas, con una Reina, la Madre Tierra y la Virgen de la Masacre, Abejas que vuelan unidas, lo que las hace más fuertes.

“Como una mujer Abeja yo les mando un mensaje a las mujeres de México, sigamos luchando no vamos a permitir más desapariciones ni violaciones a los derechos humanos de las mujeres y de los pueblos, que sigamos caminando y organizándonos, si matan a una nos multiplicaremos, en el campo, en la ciudad, por que luchamos por las misma causa, para que la vida siga existiendo.

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