Por Max González Reyes
El Presidente Andrés Manuel López Obrador reitera las veces que sea necesario que es un Mandatario distinto a sus antecesores; por ello lleva a cabo una política diferente a la neoliberal, la cual había sido aplicada los últimos treinta años en el país. En ese contexto, una de esas políticas es la reducción del presupuesto en prácticamente todas las áreas de la administración pública, lo cual se ha reflejado tanto en su personal como en su operatividad. De igual manera, los recursos destinados al deporte no han sido la excepción.
Recientemente concluyeron los Juegos Panamericanos realizados en Lima, Perú, donde la delegación mexicana quedó en el tercer lugar del medallero, logrando su mejor actuación fuera del país al obtener 136 preseas, 37 de oro, 36 de plata y 63 de bronce. La delegación mexicana quedó detrás de Brasil que terminó en segundo puesto con 169 preseas, y en primer lugar Estados Unidos, potencia mundial, que fue el ganador absoluto al obtener 291 medallas.
Para la delegación mexicana la competencia continental estuvo precedida por una constante estira y afloja entre las autoridades deportivas y los competidores por la reducción del presupuesto. Nada nuevo, pues en otras competencias ha sido el mismo cantar.
La actual administración denominada a sí misma como Cuarta Transformación ha hecho como suyos los triunfos de los medallistas olímpicos, aunque en realidad no lo sea, pues prácticamente la estructura del deporte olímpico en nuestro país viene de las administraciones pasadas. Fue por ello que muchos criticaron la actitud de la actual directora de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), Ana Guevara, quien en la conferencia mañanera del 13 de agosto entregó una medalla conmemorativa al Presidente Andrés Manuel López Obrador, así como la mascota Milco de los Juegos Panamericanos de Lima. La ex velocista dijo que el reconocimiento al Presidente fue por parte de toda la delegación mexicana “en agradecimiento por este esfuerzo que hace por apoyar económicamente al equipo y entusiasmarlos”.
Durante esa conferencia, aunque previamente ya lo había señalado, el Presidente detalló que el pago a los deportistas se hará en cheque y en una sola exhibición. Añadió que las becas serán de 20,000 pesos mensuales por un año a cada uno de los 544 atletas que participaron en los Juegos Panamericanos. Asimismo, prometió un estímulo adicional a quienes consiguieran medallas. El Mandatario señaló que todo ello será financiado con lo que se recaudó en la subasta donde se ofertaron 25 inmuebles, entre ellos la mansión del empresario chino-mexicano Zhenli Ye Gon. Agregó que otros 100 millones de pesos saldrán de un fondo dedicado al deporte, inicialmente de 500 millones que se autorizaron para este año.
El Presidente señaló que el estímulo de 20 000 pesos también incluye a los entrenadores por un año. Todo esto para dar el ejemplo de que los deportistas y todos los ciudadanos mexicanos son responsables, por lo que pidió que ellos lo administren.
Sin embargo, lo recaudado por el Servicio de Administración y Enajenación (SAE) no fue lo que se esperaba pues de los 25 lotes subastados sólo se compraron cinco, entre ellos la casa del empresario chino mexicano la cual se vendió en 102 millones de pesos, cifra menor a la esperada. De igual manera, el SAE informó que de los bienes adquiridos se lograron recaudar 125.835,524 millones de pesos, en las que un total de 33 personas compraron bases para participar en la subasta. No obstante que el organismo tenía planeado recaudar 150 millones de pesos para poder dar becas a los deportistas.
Frente a ello surge la duda de si las becas y estímulos a los deportistas serán recortados, pues es común que al calor de la noticia mediática se ofrezcan infinidad de promesas y cuando es la hora de cumplirlas éstas no se lleven a cabo.
Esperemos que la Cuarta Transformación en materia deportiva no sea sólo un cúmulo de promesas incumplidas.