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Los tropiezos de AMLO

Por Max González Reyes

Los actos públicos, por el hecho mismo de serlo, están sujetos al escrutinio de la sociedad. Todo gobierno debe, por definición, informar sobre los eventos que realiza, cualesquiera que éstos sean. En el fondo la democracia es eso: hacer público, poner frente a la sociedad los actos de quienes los gobiernan a fin de que sean juzgados. Desde luego dejamos de lado el tono amarillista y de nota rosa que algunos le dan a los actos públicos.

A la par de ello, ningún gobierno que se diga democrático debe estar exento de la crítica, por más legitimidad que haya obtenido. En este contexto, es innegable el reconocimiento que obtuvo Andrés Manuel López Obrador el pasado primero de julio, pues la mitad de los ciudadanos que acudieron a las urnas en todo el país lo eligió. Sin embargo, lo anterior no conlleva a que como parte de la clase política sus actos no estén sujetos al escrutinio.

El candidato ganador ha cambiado una regla no escrita dentro del sistema político mexicano: presentar a su gabinete el mismo día de la toma de posesión; por el contrario, López Obrador ha venido anunciando, incluso antes del día de la elección, a quienes formarán parte de su equipo cercano. En ese sentido ha revelado el nombre de los futuros Secretarios y algunos Subsecretarios de diversas dependencias (en Gobernación, Relaciones Exteriores, Seguridad Pública, Salud, etc). También ha hecho públicas las designaciones en algunos cargos del gabinete ampliado como es la Comisión Federal de Electricidad (CFE), cargo en el que ha propuesto designar al actual Coordinador del PT en el Senado Manuel Bartlett.

Manuel Bartlett es un viejo conocedor del sistema político. Su carrera política la hizo bajo las siglas del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Fue Secretario de Gobernación en el Sexenio de Miguel de la Madrid, particularmente en 1988 cuando sucedió la llamada “caída del sistema”, tiempo en el que el Gobierno Federal controlaba las elecciones. Es decir, Bartlett era el Presidente del organismo responsable de organizar, realizar y concluir todo el proceso electoral. Es por ello que no es aceptable que no haya tenido conocimiento de cómo fluían los resultados en el día de la elección, y la famosa “caída del sistema”. Posteriormente, ya en el sexenio de Carlos Salinas, de 1988 a 1992 fungió como Secretario de Educación Pública, y de 1993 a 1999 fue Gobernador de Puebla. En el año 2000 se presentó como precandidato a la Presidencia de la República por el PRI, proceso en el cual se designó a Francisco Labastida, quien posteriormente perdería ante Vicente Fox. Como se sabe, en esa elección fue en la que por primera vez el PRI perdió la Presidencia de la República. Asimismo, durante el primer sexenio panista, de 2000 a 2006, Bartlett fue Senador por el PRI.

Posteriormente ante la designación de Roberto Madrazo como candidato del PRI a la Presidencia en 2006 se distanció de ese partido y comenzó su acercamiento con Andrés Manuel López Obrador, a tal grado que en 2012 es postulado por el PT como Senador y designado Coordinador de ese grupo parlamentario. Es de destacar que al inicio de la LXII Legislatura esta fracción parlamentaria no tenía fuerza, pues apenas contaba con seis Senadores. Sin embargo, con la creación de Morena como partido político, varios Senadores del PRD, enemistados con la dirigencia de su partido, renunciaron a él y se refugiaron en el PT quien ya estaba formalizando su adhesión a Morena. Con ello en la LXIII legislatura la fracción PT-Morena cobró fuerza a tal grado que desplazó al PRD a una cuarta posición.

En todo este tiempo Bartlett fungió como Coordinador parlamentario y cada vez que podía, subió a tribuna a descalificar el gobierno de Peña Nieto, tal y como lo hicieron todos los integrantes de su bancada.

Como se puede observar, Bartlett se formó en las filas del PRI. La designación de Madrazo como candidato a la Presidencia fue lo que lo alejó de ese partido. Por ello resulta hueco el discurso de oposición que utilizaba en la tribuna del Senado. Resultó un legislador de oposición cuando años atrás, fue artífice del fraude que mantuvo en estricto control a la oposición. Por ello, es desafortunada la designación del ex Secretario de Gobernación como Titular de la CFE. Es probable que su designación se deba a que cuando fue la discusión de la Reforma Energética, a principios de este sexenio, fue de los que más se opusieron a ella. El, como Layda Sansores y Dolores Padierna, fueron de los Senadores que más reservas presentaron en esos días que se discutió la reforma.

El nombramiento de Bartlett provocó que hasta la ex coordinadora de campaña de Morena, Tatiana Clouthier, se inconformara, pues a su parecer había “mejores opciones” para esa cartera. Pero no sólo ella, varias organizaciones sociales así como otros personajes de la vida política no vieron bien esa designación.

Esperemos que este no sea el modo de actuar del próximo Presidente, pues si en esta ocasión se empeñó en defender al todavía Senador, que no sea el inicio de una serie de malas decisiones en un gobierno que todavía no empieza y ya tuvo su primer tropiezo.

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