Texto: Fernanda Hernández/ @MariaFer_Hd
Esta es la segunda parte de la entrevista que le hicimos a Lumara González, mejor conocida como Lumara la bióloga.
Primera parte de la entrevista aquí
Tuvimos la oportunidad de platicar con Lumara acerca de su vida personal y de como fue llegar a la comedia con “Lumara la bióloga”.
En la primera parte de la entrevista, conocimos acerca de Lumara González, cómo vivió su niñez y como es que siempre tuvo un enorme interés y gusto por el mundo vivo. Además conocimos sobre su acercamiento a la divulgación científica durante la licenciatura y como esto la llevó a hacer comedia, aprovechando la jocosidad que la caracteriza.
En esta segunda parte, a través de la vida de Lumara, conoceremos que en todo hay dificultades, pero si hay pasión, disciplina, y objetivos bien establecidos, se puede salir adelante. Enfrentarse al mundo actual no ha sido un obstáculo para que Lumara cumpla su objetivo de hacer divulgación.
Lumara nos comparte las dificultades que siguieron después del curso de comedia.
Por un lado, nos dice que enfrentarte a escribir tú sola, sin un maestro que te corrija y sin los amigos que te echan porras desde el público, es difícil.
“Yo me empecé a sentir muy insegura y se me olvidaban las rutinas; entonces, yo estaba en el escenario y de repente ya no me acordaba que seguía; fue un rato, fueron varios meses”.
Las estrategias de Lumara fueron subir notas, en donde inicialmente escribía el chiste completo y más adelante, sólo fueron palabras clave. En ambos casos, la presión que se siente, no permite entender nada de lo que tienes escrito, de acuerdo con lo que nos cuenta.
“Ves tu hoja y sólo ves un montón de letras y es como ‘¡no sé qué es esto, no sé leer!’, se te olvida el español”.
A pesar de ello, Lumara nos dice que se trata de apegarse a tus objetivos y seguir adelante. Que no significa que no haya talento y que noches malas, todo el mundo tiene.
Entre las puertas que se abrieron para Lumara, está el haber llegado a más gente, y todo gracias a la creatividad y determinación de Lumara.
También nos cuenta, que mediante el Stand Up, la consumen personas de entre 25 y 40 años.
Esta apertura de público le dio la oportunidad de ser parte del EDUCON 2019, un encuentro que organiza la plataforma de videos YouTube año con año con los llamados “edutubers”, para “promover el desarrollo de contenidos educativos en la plataforma, así como brindar un espacio para que los creadores puedan compartir, inspirarse, intercambiar ideas y capacitarse”. Una experiencia que para Lumara fue la más impactante.
También describe como experiencias interesantes, el llegar a distintos medios, el abrir shows de comediantes de nivel nacional y el ser contactada por personas que hacen “homeschooling”, pero sobre todo, el haber conocido a los edutubers, con quienes ha hecho amistades muy bonitas.
“Yo jamás creí que iba a estar ahí mensajeándome con Aldo Bartra (también divulgador científico y edutuber) es como chido, muy chido”.
¿Qué significan los edutubers en tu vida personal?
—Pues es algo muy bonito. Cuando una es tan ñoña como yo, no tiene grupos de amigos. Claro, yo siempre he tenido amigas y amigos, pero poder ñoñear con un grupo de 5, 10, 20 personas es riquísimo, riquísimo— expresa con marcado énfasis—, y que nadie te diga “¡Ay! Es que no sé qué, es que…”
Que incluso hasta te digan “No, eso no es así, es…” y se rían de tu chiste de la entropía, o sea, es algo muy bonito.
Por diferentes razones, que tristemente tienen que ver con cuestiones de acoso, la comunidad se disipó un poco, pero las amistades que quedamos son grandes. Entre las mujeres edubers siento yo que somos muy sororas.
Y nada, creo que esas amistades quedaron bien marcadas. Hace poco fui a visitar Alberto Lobato de las Crónicas del Chivozcoyo (biólogo edutuber) a Xalapa y fuimos a ver tucanes; o sea, es algo muy, muy, muy bonito.
No sólo laboralmente, personal también, vamos construyendo el camino de la divulgación digital que es algo que apenas se está haciendo, entonces nos vamos acompañando entre todas y todos y es algo muy bonito.
Y por su parte el Stand up comedy, ¿qué ha significado en tu vida?
—El stand up comedy es, pues ya dijimos, es mi droga, es un diferenciador.
Creo que las personas que me conocían, al menos de la escuela, me tenían posicionada como una persona muy seria, muy tranquila, muy estudiosa, y cuando se enteran que estoy haciendo comedia entre borrachos, es como un sacón de onda.Y van a verme, y van a echarme porras, y van a descubrir a esta otra Lumara, que ¿quién es? y ¿cómo es que está haciendo chistes de mil cosas?
Entonces pues sí, por un lado es eso; como descubrir otra parte, que sí sabía que era yo porque yo sé que soy jocosa, pero como encontrarle las utilidades a ser jocosa.
Eso por un lado, por el otro lado también me ha mostrado cómo es ser disciplinada con algo que amas realmente; entonces, se necesita mucha disciplina para hacer comedia, noches de desvelo probando material y/o escribiendo, pero eso ha representado en mi vida.
Además de todas estás actividades, Lumara lleva a cabo el laboratorio de ciencias en una secundaria.
“Trato de separar muy bien cuándo es tiempo de qué. Y cuando estoy en la escuela me concentro en estar en la escuela y preparar todo lo que es de la escuela”.
“Y entonces, ok, es hora de comer y sólo comer; y ahora, es hora de escribir comedia, y entonces media hora, 1 hora, 2 horas, 3 horas, lo que yo haya dicho pero es nada más esto”.
“Y eso es lo que me ha ayudado a mantenerme viva, concentrarme”.
Por otra parte, el campo laboral para los biólogos en México sigue estando actualmente en un contexto difícil, y a pesar de que el sueldo promedio de los biólogos en México ronda los 12 mil pesos con una mejora, respecto de años anteriores, las oportunidades laborales en el país no son suficientes. Más aún, la pandemia dejó rezagos laborales que en general han afectado económicamente a los mexicanos.
— ¿Qué opinas del campo laboral para los biólogos en México?
—En efecto, el campo laboral es un campo difícil. Yo sabía que a eso me metía pero justamente por eso decidí dedicarme a la comunicación de la ciencia, porque la sociedad, las organizaciones, los gobiernos, las empresas, todas necesitan a biólogas y biólogos tomando decisiones para un beneficio social y económico, pero no saben; entonces, justo eso fue lo que me motivó a dedicarme a la comunicación de las ciencias, decir, bueno vamos a mostrarle al mundo que necesitan biólogos y biólogos trabajando en equipo junto con ellas para tomar mejores decisiones.
Hay mucha innovación. La verdad es que estamos entrando a una era en la que las ciencias biológicas y todas sus ramas, van cobrando mucha importancia, se les está volteando a ver mucho más. Y también, la biología es algo que inspira mucha curiosidad a las personas; cada vez hay más interés social en escuchar a biólogas y biólogos, pero nos falta muchísimo.
También algo que falta mucho, es que desde la licenciatura aprendamos a ejecutar y a programar cómo va a ser nuestra vida laboral; a hacer innovación, a emprender y a tabular nuestro trabajo, cuánto valen nuestras horas de trabajo, porque sí está muy difícil, sobre todo si acabas de salir de la licenciatura.
También si ya tienes una maestría, si tienes un doctorado, está complicado.
Aquí pues lo que va, es sacar la creatividad a todo lo que va y sacar las habilidades de comunicación para poder acomodarte en el mundo, pero sí está muy complicado.
¿Has tenido una mala experiencia en la que por ser mujer, no te hayan brindado las oportunidades, en tu carrera o en tu profesión?
—Sí. Pues desde que estaba en la licenciatura, fue una guerra contra los chistes machistas, no sólo de los alumnos sino de los mismos profesores.
Yo tuve un profesor que nos dijo “¿Saben cuál es la única profesión que hacen mejor las mujeres que los hombres? Teibolera”. O sea, enfrentarte a eso, desde que estás en licenciatura, es una guerra.
Y pues sí, desde la visibilidad, cómo se usa el lenguaje. Y ahora, yo soy una mujer que tuvo acceso a la educación, que estuvo en escuelas privadas, que mi color de piel dice muchas cosas.
Pensar cuántas mujeres que no tienen todos esos privilegios, o sea, de verdad está muy difícil.
Como te mencionaba, en comunidades de divulgación, hay casos de acoso, hay denuncias de me too, entonces es una guerra constante.
De repente es muy frustrante que no podamos concentrarnos en hacer nuestra chamba porque tenemos que estar peleando nuestros espacios, cuidar el lenguaje, que ya hubo otro caso, entonces hay que juntarnos para ver cómo se lleva a cabo la denuncia; entonces es muy desgastante eso, pero pues es la realidad y nos toca seguir luchando para visibilizar que las mujeres somos más que un objeto sexual.
¿Qué cambiarías de la sociedad?
—¡Ay! Qué difícil. Creo que la sociedad necesita más espacios para conectar consigo mismas; o sea, es importante que las personas aprendamos a conectar más con nosotras mismas. Estamos tan enajenadas que eso nos tiene en ritmos muy rápidos, que eso no nos permite ser conscientes de nuestro alrededor ni de nosotras mismas.
Entonces, ¿qué cambiaría? pues empezaría con un paso así bien chiquito que es hacer más áreas verdes, en donde podamos ir y estar tranquilas, y nada más escuchar pájaros, y sentir airecito, y sobretodo tiempos, tiempos de recreación para conectar con nosotras, con otras personas, con el agua, con el pasto, con la tierra. Observar, creo que eso es bien importante, muy necesario y lo estamos dejando de lado, muy feo.
El futuro de Lumara González se centra en su labor de divulgadora científica.
Se considera una persona emprendedora pero no conforme con el sistema social y económico, ya que se basa en la producción en serie. Y lo ve reflejado incluso en las redes sociales en donde se exige estar produciendo.
“Quizá ya no estás talando miles de árboles, pero claro que estás produciendo emisiones de carbono y claro que te estás acabando a ti, los árboles que están talando son tus propias neuronas”.
“Lo que a mí más me interesa, es generar una alternativa redituable y que no sea invasiva, que no sea extractivista, que no sea racista y que no sea discriminatoria. Este es como el gran objetivo que tengo, hacer divulgación”.
Ella apuesta por el conocimiento transdisciplinar, para generar un esfuerzo por la socialización del conocimiento.
Actualmente, Lumara tiene un reconocimiento por la divulgación en formatos digitales por parte de Biólogos Colegiados de Jalisco. Pero el reconocimiento que más vale para ella son los comentarios de las más de 29 mil personas que la siguen.
“A mí no me importa que la gente aprenda de lo que yo hago, a mí lo que me importa es que les cambié el chip y vean algo diferente; entonces, ‘ya no me dan miedo los insectos’, ‘decidí estudiar biología’, ‘me reí muchísimo de los hongos’, o sea, todo eso para mí vale más que cualquier placa, que cualquier trofeo, que cualquier medalla”.
¿Y qué viene para Lumara la bióloga?
Según nos cuenta, se está trabajando en la serie del “Late Night con Lumara la bióloga” con un episodio ya grabado y del que próximamente podremos disfrutar. Además, sigue trabajando muy duro para comenzar a escribir dos episodios más.
“Lamentablemente producir comedia desde cero es un proceso muy lento. Muy lento o muy caro, entonces ahorita nos estamos yendo por el proceso lento”.
Y para el próximo 25 de enero, día del biólogo en México, Lumara hará un show online del especial “¿Es nuestra… biología?”, en donde habla acerca de la evolución de los genes y cómo ello afecta nuestro comportamiento.
“Hago una pregunta sobre si el acoso es biológico o no, porque luego eso es una cartita que se juega mucho, de que ‘ay, es que es mi naturaleza’, ‘¿ah sí?, ¿enserio?’”.
También nos comparte que se vienen más colaboraciones con instituciones, charlas, más eventos. Y una tienda online que sigue preparando, ya que nos cuenta que todo lo que hace, lo piensa muy bien, y en este caso quiere cuidar que los productos no sean sólo algo más en el mundo que va a ser basura.
Si desean conocer más acerca de los eventos de Lumara la bióloga, no se olviden de seguirla en todas sus redes sociales que estaremos dejando aquí.
Facebook: @LumaraLaBiologa
Youtube: Lumara La Biologa
Instagram: @lumaralabiologa