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Mirando desde el Bloque Negro

Una crónica de la marcha conmemorativa del 2 de octubre

Foto: José Meza

Por: José Meza / Taller de Periodismo de Investigación UACM del Valle

Ciudad de México, 2 de octubre de 2023.- Rostros encapuchados, ropas negras, aerosoles y gargantas preparadas para gritar consignas. El bloque negro avanza por el flanco izquierdo de la marcha. Gritan “¡muerte al estado, que viva la anarquía!” y cuentan del uno hasta el 43 para terminar al unisono con el grito de “¡justicia!”.

Es dos de octubre de 2023, 55 años han pasado desde la masacre de 1968, y la gente sale a marchar ¡no se olvida la ignominia!  Toman eje central y se dirigen hacía el zócalo, como cada año. La Torre Latinoamericana marca las 4 con 16 minutos de la tarde. El cielo se nubla y comienza a llover. Los contingentes son varios y gritan consignas con voces que suenan enojadas.

La manifestación es encabezada por el Comité del 68, detrás le siguen los contingentes de estudiantes. A un costado de ellos, en el flanco izquierdo de la marcha, avanza ¡el bloque negro! A su paso, las paredes se empiezan a llenar con colores. negro, rojo, verde, morado. Se leen por todas partes la frases:  “2 de octubre no se olvida”, “ejercito asesino” o “un perdón no cambia nada”. Uno de los integrantes del bloque, quien encabeza el contingente, ondea una bandera negra que dice “anarkopunk” y tiene pintado el símbolo de la anarquía en el medio. Él grita “muerte al estado” y los demás, que van detrás de él, responden “que viva la anarquía”.

Foto: José Meza

Son las 5 con 21 minutos. La marcha sigue por la avenida 5 de mayo, es ahí donde la policía hace presencia. Cientos de granaderos en filas, esperan a los contingentes. Tienen cascos, escudos y macanas. El bloque negro los encara. Les gritan “asesinos”. Vuela una piedra por el aíre que va a dar contra uno de ellos. Los granaderos no se mueven, pero su simple presencia parece incomodar a todos. “policía consciente se da un tiro en la frente” corean varios contingentes al unisono. La confrontación no pasa a más, esto se debe en gran medida a la ayuda del contingente marabunta, quien disipa la violencia.

Por delante del bloque negro, el contingente de la agrupación juvenil anticapitalista, toca cumbias sobre la marcha y pone a bailar a unos cuantos. Suenan saxofones, trombones, tarolas y tambores mismos que se mezclan con las consignas.

Al entrar por Tacuba, las personas se asoman de las azoteas, balcones y ventanas de las casas y negocios. Algunos integrantes del bloque negro les hacen señales de paz con los dedos, otros, golpean con martillos las corazas que cubren los edificios de la ciudad. No parecen buscar destruirlas, quieren hacer ruido para que la gente escucha lo que los protestantes quieren decirles. Algunos periodistas y curiosos, se acercan a querer fotografiarlos o filmarlos en el acto. Los integrantes del bloque les advierten que no quieren cámaras. Incluso, les piden por favor que se alejen.

Foto: José Meza

La marcha sigue. La presencia de la policía crece más mientras más se acerca al zócalo. Las confrontaciones se intensifican. Suenan petardos. Se escuchan piedras golpeando escudos. Huele a aerosol por todas partes. Los granaderos comienzan a movilizarse como buscando contener a los contingentes. El bloque negro nunca se separa, siempre esta unido. Si uno cae, todos se detienen y lo levantan. Se agrupan y bloquean el paso a los granaderos. No se meten con nadie más que con la autoridad, misma que los ha reprendido.

En su mayoría, los bloques negros son conformados por jóvenes, estudiantes, activistas y víctimas de crímenes cometidos por el Estado. Es por eso, que muchos de ellos, optan por una manera más subversiva de protestar. Los bloques negros, tienen su origen en Alemania, cuando movilizaciones autonomistas protestaban y marchaban por causas anticapitalistas. En Berlín, en diciembre de1980, varios manifestantes salieron a marchar con escudos y armas improvisadas, esto para defenderse de la violencia de la que eran victimas por parte de la policía. Esta movilización tomo las formas de manifestar de los autonomistas, se cubrieron los rostros y se vistieron de negro para no ser identificados, y reprimieron con la misma violencia a los policías que querían reprimirlos por manifestarse. Es por esto que, la policía alemana, le llamo a estos grupos “bloques negros”.

Foto: José Meza

Los contingentes llegan a el zócalo. La gente comienza a tomar lugar en la plancha. El mitin ya a comenzado y el bloque negro entra a la plancha haciendo una cuenta simbólica hasta el 43 para rememorar a los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. El palacio de gobierno esta protegido por esas barreras metálicas que ya son tan populares. La rabia de bloque negro crece. Corren hasta las barreras y estas se llenan de frases como “malditas autoridades” “menos armas y más libros” “Harfuch asesino”.

La bandera negra de anarquía vuelve a ser ondeada, pero ahora desde lo alto del toldo de una camioneta que esta estacionada detrás del mitin. Es el mismo sujeto que la ondeaba arriba del poste. Vuelve a gritar “muerte al estado” y de nuevo, algunos le contestan “que viva la anarquía”. Vuelan petardos, todos van dirigidos a los policías, esos que, detrás de las barreras metálicas, se ríen y cuchichean. Para ellos la gente ya no tiene amor, ya no les tiene confianza, solo piedras, petardos y muchos reproches “la policía no me cuida, me viola” grita una chica encapuchada, mientras levanta sobre el aíre el puño izquierdo.

Por el costado derecho del palacio municipal, los granaderos empiezan a salir de las barreras metálicas. Llevan extintores con gas pimienta. Vuela una nube amarillenta y se expande por todo el zócalo. La gente corre. El bloque negro se deshace por unos momentos, pero vuelve a agruparse poco después. Lanzan piedras contra los granaderos, quienes ya han acomodado sus escudos el uno con el otro para protegerse. Otra nube de gas pimienta flota sobre del aíre. La gente grita y se arrodillan contra el suelo. Tosen, escupen, se vacían sus botellas de agua en los ojos. En el mitin, quien tiene el micrófono dice recomienda a las personas afectadas por los gases, que no se tallen los ojos.

Suenan petardos, gritos. El bloque negro se disipa entre la multitud en grupos y se cubren entre ellos para poderse quitar sus vestimentas. Algunos otros siguen agitando los puños enfrente de los granaderos y recordándoles que “son el brazo armado de los dictadores”. En las bocinas, la misma voz que recomienda no tallarse los ojos, dice “Hemos aguantado más, su gas pimienta no nos va ha hacer nada”. La gente sigue tosiendo. Siguen tallándose los ojos. Siguen arrodillándose e intentando respirar. En el mitin nos piden un minuto de silencio por todas las víctimas del estado. Todos callan. Todos callan mientras que las nubes amarillentas de gas pimienta siguen expandiéndose por la explanada.

Para ti, quienes son más peligrosos ¿los granaderos, policías y militares o el bloque negro?

“pues los policías, los militares y los granaderos”

Responde Estefan Zúñiga, estudiante de pedagogía en la UNAM.

“el bloque negro nos cuida” remata “la policía nos mata”.

Foto: José Meza

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