Por José Meza / @josemz49
24 de octubre del 2023, Ciudad De México.- La Casa de los Pueblos y las Culturas Indígenas “Samir Flores Soberanes” ha resistido ya tres años como un espacio que alberga a pobladores originarios de la comunidad Otomí. Tiene lugar en las que antes eran las inmediaciones del Instituto Nacional de Los Pueblos Indígenas (INPI) y que ahora sirve como morada para la comunidad Otomí, de entre los cuales hay: recién nacidos, niños, niñas, jóvenes, adultos, personas de la tercera edad y personas con capacidades diferentes.
Ha pasado una semana del intento de desalojo de la Casa de los Pueblos y las Comunidades Indígenas “Samir Flores Soberanes” ubicada en la avenida México-Coyoacán que se llevó a cabo el día lunes 16 de octubre del 2023. La comunidad Otomí a citado a Martí Batres, jefe de gobierno de la Ciudad de México, a tener una mesa de dialogo en la que se pueda discutir y resolver las diferentes demandas que dicha comunidad reclama al estado. Hasta la fecha, no ha habido ninguna respuesta por parte de él. Entre estas está el derecho a una vivienda digna, a una digna alimentación y trabajo digno. Exigen democracia, salud, la paz y, la protección del agua dentro de las comunidades indígenas.
La comunidad Otomí que radica en la Ciudad de México, ha sido víctima de varias irregularidades tanto por parte de la ley, como por parte del cuerpo de policías y granaderos, con quienes, ya en más de una ocasión, han tenido enfrentamientos para librarse de la represión. El día jueves 19 de setiembre del año 2018, esta misma comunidad fue desalojada con lujo de violencia por parte del cuerpo de granaderos, del predio que ocuparon después del temblor del 85 en Roma 18 y Londres 7, en la alcaldía Benito Juárez. Aquel día, cuentan varios de la comunidad, los policías y granaderos, llegaron directo a golpear a la gente y a sacarla a empujones del predio, dejándolos en la calle. La toma del INPI el día 12 de octubre del 2020, se dio como protesta por lo sucedido en Roma 18 y Londres 7, al igual que para exigir una vivienda digna y el cese absoluto de la represión que sufre esta comunidad dentro de la Ciudad De México.
El pasado 16 de octubre, a tres años de la toma del INPI, centenas de granaderos, llegaron por la medía noche, con el supuesto afán de únicamente levantar el bloqueo de la avenida México-Coyoacán que, la comunidad Otomí, levantó con motivo de protesta ante la nula atención a sus exigencias. De nuevo se repitieron las agresiones, a las cuales, varios Otomíes, respondieron para no ser desalojados de su hogar como ya les había sucedido antes. A Martina, una mujer de la tercera edad, le jalaron del chal y la tiraron al piso. A Bonifacia, una joven Otomí, los granaderos le llevaron hasta otra calle donde los demás no pudieran ver y ahí le patearon entre varios, los moretones de Bonifacia aun siguen algo marcados después de una semana. A Mitzi, una niña de trece años, los granaderos, aquella noche, le “empezaron a corretear” y a “gritar de groserías” hasta que uno la empujó; Mitzi dio de bruces contra el piso y, allí, entre dos policías, la comenzaron a patear. Al ver los granaderos que estaban siendo grabados por la comunidad, se alejaron del lugar, mientras que Mitzi intentaba ponerse de pie. Cuando lo logró, se echó a correr; fue en ese momento que empezó a marearse. Sus compañeros le llevaron alcohol para que reaccionara, pero, Mitzi, ya sin fuerzas, se desvaneció sobre de la banqueta y se desmayó. Hoy en día, sigue presentando dolores de cabeza, aunque nos platica que está mejor, al menos los moretones ya han desaparecido.
La comunidad Otomí de La Casa De Los Pueblos y Las Comunidades Indígenas “Samir Flores Soberanes” resiste. Al día de hoy, el bloqueo sigue, las respuestas por parte de las autoridades ante la mesa de dialogo y la solución de sus exigencias, es la misma, ninguna. Los varios citadinos solidarios empiezan a unirse a la guardia nocturna del INPI. La comunidad Otomí, en agradecimiento, les recibe con café, galletas, quesadillas, atole y cálidas charlas llenas tanto de tristes anécdotas, como de chascarrillos que terminan en carcajadas. Las distintas organizaciones y colectivos que han mostrado su solidaridad, han apoyado con la organización de algunos eventos. El día miércoles 25 de octubre, a las diez de la noche, en el plantón del INPI, se llevará a cabo la “Fogata Rebelde” en la cual habrá Música, círculos de poesía, juego de pelota prehispánica, talleres de percusión, café, galletas, botanas; todo lo necesario para pasar una buena noche al calor de una fogata y ayudando a la comunidad Otomí a acuerpar la guardia nocturna. Este es el primero de una serie de eventos que se llevaran a cabo del 24 de octubre, al 2 de noviembre a favor de la “Jornada de resistencia contra el olvido” y “por el derecho a una vivienda digna”. La comunidad Otomí, al igual que los muy otros colectivos y organizaciones, les extienden la invitación a todos aquellos que aún les sirve la memoria para lo que es, para no olvidar, no perdonar, no permitir más represión.
