Texto: Natalia Escobar Fotografía:Ricardo Guerrero
El impacto económico y social que ha dejado la pandemia ha afectado severamente a las personas que se dedican al trabajo sexual.
Algunas de las problemáticas que enfrenta el oficio es el aumento de la extorsión por parte de la delincuencia organizada y autoridades, mayor violencia en las calles, un incremento en la trata de personas y un aumento en los casos de VIH.
En Tapachula, Chiapas se incrementaron los casos de VIH en un 10% y un 20% de sífilis. Los motivos son que la emergencia sanitaria por COVID- 19 obligó a las personas que se dedican al trabajo sexual a dar el servicio sin condón, buscar espacios alejados y poco protegidos ante el cierre de hoteles. Esto de acuerdo con datos recabados por la organización civil Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”.
En el “XXIV Encuentro de la Red Mexicana de Trabajo Sexual, “Resistir para no Morir, el Trabajo Sexual en pie de lucha. Nada nos detendrá”, organizado por Brigada Callejera y la Red Mexicana de Trabajo Sexual, se expuso de manera detallada la situación del trabajo sexual en seis estados de la república: Chihuahua, Yucatán, Jalisco, Chiapas, Veracruz, Ciudad de México.
“Mucho de lo que habíamos ganado en los últimos años lo hemos perdido, no porque se ha dejado de trabajar en la calle, sino porque las instituciones no se han involucrado realmente. Las trabajadoras sexuales por necesidad no dejarán esta labor; al contrario, su número ha aumentado”, señaló Elvira Madrid Romero, Presidenta de la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Eliza Martínez” A.C, quien abrió este encuentro.
De 27 estados en los que trabaja Brigada Callejera, en 25 se ha visto un aumento del trabajo sexual hasta en un 100%, ya que aunque se indicó el “quédate en casa”, las personas que se dedican al trabajo sexual tenían que salir a buscar el sustento para sobrevivir.
En el encuentro se hizo un llamado urgente a las autoridades para atender el desabasto de medicamentos antirretrovirales, y a instituciones como al Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida) para implementar campañas de prevención y entregas gratuitas de condones.
“Este Encuentro lo vivimos con más retos, coraje y más compañeras que necesitan ser visibilizadas. Le exigimos al Gobierno Mexicano que haga su trabajo, y que tenga una batalla efectiva frente a la delincuencia organizada, violencia sistémica, desapariciones, brinde apoyos para cubrir necesidades básicas y se otorguen mecanismos de atención ante el aumento de casos de VIH. El odio y despreocupación de las autoridades debe terminar”, denunció Elvira Madrid, presidenta de Brigada Callejera.
La pandemia duplicó el número de trabajadoras sexuales en las calles de la Ciudad de México. Antes del Covid-19 se contabilizaban cerca de 7 mil 700 trabajadoras, la cifra más reciente suma 15 mil 200.
El conteo es parte de un diagnóstico que implementó la Brigada Callejera y, de la cifra total, la organización estima que el 40% son mujeres que habían dejado el trabajo sexual, pero han tenido que regresar a las calles; otro 40% son mujeres que iniciaron a raíz de la crisis; y el 20% restante representa a las que no están en un punto específico, es decir, caminan en vía pública buscando clientes.
El encuentro se realizó de manera virtual y presencial. En la participación de las trabajadoras sexuales de Chihuahua se denunció que las restricciones por la pandemia de COVID-19 las obligan a ejercer su trabajo en la clandestinidad, una situación similar enfrentan las trabajadoras en Mérida, Yucatán.
En Chiapas han aumentado las agresiones por parte de clientes, estos se dan al momento de solicitar el pago por los servicios. Se incrementó el número de mujeres extranjeras que ejercen el trabajo sexual. Muchas de ellas centroamericanas, que no se acercan a denunciar por miedo a ser deportadas.
Cristian, encargado del centro comunitario Jaime Montejo denunció que “no hay recursos para las trabajadoras sexuales y tenemos mucha población migrante que han sido desplazada a las orillas de Tuxtla. El parque Miguel Hidalgo ha sido totalmente cercado ya no les permiten trabajar”.
Trabajadoras sexuales que desde la fundación de la zona de tolerancia de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, conocida como Zona Galáctica explicaron que denunciaron a Gilberto Barrera Gaitán, por el delito de lenocinio y trata de personas, el sujeto es director de la preparatoria uno de la entidad y durante años ha cobrado el acceso a los módulos (cuartos), donde se ofrecen servicios sexuales en la zona tolerada.
La propiedad de dichos módulos no se ha acreditado, antes de que existiera la zona de tolerancia este espacio era tierra ejidal, no obstante particulares cobran el uso en tierras ejidales. Barrera Gaitán también ha sido acusado por madres de familia y alumnas de la preparatoria que lo han señalado por el delito de acoso sexual.
Barrera Gaitán expulsó, amedrentó y amenazó a trabajadoras sexuales de la zona galáctica, por los hechos las trabajadoras sexuales levantaron una denuncia ante la Fiscalía General de Chiapas.
Hasta la fecha las autoridades no han resuelto la carpeta de averiguación con el número 0001-101-2601-2021, que deriva de la denuncia que interpusieron las trabajadoras sexuales de la zona de tolerancia luego de ser violentadas y expulsadas de su lugar de trabajo sin poder llevarse sus pertenencias.
En Chiapas aún existe un tarjetón de control sanitario que tiene un costo de 400 a 600 pesos y se les cobra quincenalmente 100 pesos una revisión médica, ambos costos para permitir que las trabajadoras sexuales laboren. El dinero recaudado va a parar a las arcas del gobierno, no obstante, ese dinero que tienen que pagar las trabajadoras sexuales no es el único y de manera recurrente se les extorsiona en los operativos que realizan las autoridades.
Al respecto Elvira Madrid Romero mencionó: “No pueden obligarlas a hacerse los estudios, eso es discriminación. El dinero que recauda el municipio es una muestra de que el mayor lenón es el Estado”.
Para recordar a Jaime Montejo, compañero fundador de Brigada Callejera y encargado de la comunicación, se entonaron una serie de consignas entre las que destacaron: “Un minuto de silencio y toda una vida de lucha”, “Jaime es de los muertos que nunca muere y “comandante Jaime, presente, comandante Jaime, presente”.
Elvira Madrid denunció que en Chiapas recientemente murió una trabajadora sexual que fue asesinada por negarse a pagar derecho de piso, su madre fue acusada de trata de personas y encarcelada injustamente.
En Veracruz se ha dejado de repartir condones del sector salud. Dentro de las irregularidades que han cometido los funcionarios de la secretaría de salud estatal está el vender los condones u ofrecerlos a cambio de servicios sexuales sin paga, explicó el colectivo Cihuatlahtolli.
En Guadalajara miembros de la Brigada Callejera aplicaron diagnóstico para conocer la situación del trabajo sexual durante la crisis sanitaria derivada de la pandemia y se encontró lo siguiente: un 80% de los participantes refirieron síntomas significativos de depresión. Aproximadamente un 61% de los participantes comunicaron que sufrían ansiedad: entre estos, un 45% sufrían ansiedad moderada y, un 17%, ansiedad severa. Además, un 30% de los individuos refirieron un uso excesivo del alcohol. Un 22% de los participantes admitieron consumir drogas y, entre estos, un 38% consumían de forma severa, lo cual viene a aumentar los problemas sociales, económicos y de inseguridad.
Las trabajadoras sexuales organizadas en la Ciudad de México (CDMX) hoy se enfrentan a la mafia de los comerciantes que quieren quitarlas de la calle y hacer de la vía pública un sitio privado, pero sin dudarlo la organización de más de 30 años no va dejar pasar estos atropellos.
La CDMX es uno de los lugares con más trabajadoras sexuales que existen en el mundo. Se cuenta con varios puntos de trabajo como lo son Tlalpan, la Merced, Pino Suárez, Xochimilco y Revolución entre otros.
En las cinco zonas mencionadas creció el número de carpetas de investigación, derivado del aumento del número de violaciones de derechos de las trabajadoras, hay un incremento de la delincuencia organizada que extorsiona e impide que salgan a laborar sin miedo.
Gracias a las trabajadoras sexuales organizadas y con el apoyo de Brigada Callejera logró aprender al violador de Tlalpan, no obstante el Ministerio Público se negaban a darle la atención a la compañera cuestionando su trabajo.
La abogada Arlen Palestina, reiteró que el trabajo de Brigada Callejera sigue y seguirá siendo en la calle, ahí donde los problemas sociales se avivan y donde las instituciones gubernamentales no atienden las necesidades básicas de las trabajadoras sexuales.
“Que escuchen bien claro las autoridades. Lo que se ha ganado del trabajo sexual no vamos a dar un paso atrás. Se ha demostrado que las zonas de tolerancia de trabajo sexual no sirven para nada”, reiteró Palestina.
El grito de “Respeto total al trabajo sexual” y “de quien es la esquina, de quien la trabaja” se cerró el encuentro, reiterando que las trabajadoras sexuales organizadas viven tiempos muy complicados pero la organización comunitaria es la clave para defender sus espacios de trabajo y seguir manteniendo su autonomía.