Ricardo Ravelo revela en su impactante libro cómo el crimen organizado y la política se entrelazan en Jalisco, perfilando un panorama de impunidad y poder que desafía el tejido social y democrático de México.
Por Redacción / @Somoselmedio
La obra comienza contextualizando la situación en México, donde gobernadores de diversos estados han sido acusados de proteger al crimen organizado. Entre estos, se menciona a Tomás Yarrington y Eugenio Hernández de Tamaulipas, y Francisco García Cabeza de Vaca, quienes representan la persistente problemática de la corrupción gubernamental en México.
Ravelo describe el gobierno de Alfaro Ramírez como uno que ha permitido el fortalecimiento de organizaciones criminales, en particular el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), denunciando la existencia de nexos entre el crimen y altas esferas del poder estatal. Además, el autor destaca la intolerancia de Alfaro hacia la crítica periodística, mencionando incidentes donde periodistas han sido amenazados o confrontados por cuestionar su gobierno.
El libro plantea que la convivencia entre el crimen organizado y el poder político no es un fenómeno aislado en Jalisco, sino una realidad que domina gran parte del país, con más del 80% de los municipios bajo la influencia del crimen organizado. Este panorama es descrito como resultado de la inoperancia de la justicia y el dominio ejercido por las organizaciones criminales.
Ravelo sostiene que el CJNG, a pesar de las negaciones del mandatario, sigue siendo una fuerza poderosa en Jalisco, lo que evidencia la integración del crimen organizado en la estructura de poder. El autor describe a México como una “mafiocracia” donde gobernadores y alcaldes actúan como capos de la mafia.
La crítica también se extiende al presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien se le acusa de no utilizar eficazmente las fuerzas del Estado contra el crimen organizado y de seguir una política ineficaz en materia de seguridad y lucha contra las drogas. Además, se menciona que más de la mitad del territorio nacional está bajo control de cárteles violentos, que están interconectados con las policías estatales y municipales.
Finalmente, Ravelo aborda el caso del Cártel de Sinaloa, destacando cómo, tras la caída de El Chapo, el cártel se dividió y reorganizó, manteniendo su poder e influencia. También se menciona la corrupción generalizada entre exgobernadores y la impunidad de la que gozan, lo que refleja la profunda crisis ética y política en el país.
En resumen, “El amo de Jalisco” es un libro contundente y alarmante que expone la profunda corrupción y colusión entre el poder político y el crimen organizado en México, destacando el caso de Jalisco y su gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, como un ejemplo de esta preocupante realidad.