La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), determino que el Estado debe ordenar que se le realicen transfusiones sanguíneas a la niña de seis años que sufre de leucemia con el fin de salvar su vida aun cuando sus padres rechacen dicho tratamiento debido a sus creencias religiosas.
Lo anterior fue dictaminado después de que los padres de la pequeña Saraí de seis años de edad quien sufre leucemia linfoblástica se negaran a que se le realizará una transfusión de sangre para salvar su vida debido a que su religión, Testigos de Jehová, prohíbe este tipo de procedimientos médicos.
Debido a lo anterior la Subprocuraduría de menores asumió la tutela de la menor para autorizar el tratamiento indicado por los médicos, en respuesta a esto, la madre del menor denunció a la Subprocuraduría por desplazarla de forma injustificada de su derecho a decidir libremente sobre la salud de su hija.
En respuesta, la Primera Sala de la Suprema corte de Justicia de a Nación resolvió que si bien los padres tienen el derecho de tomar decisiones libres sobre sus hijos, este derecho tiene como límite no poner en riesgo la salud y vida de sus hijos.
La Sala explicó que se pone en riesgo la vida de un niño cuando los padres, privilegiando sus creencias religiosas se rehúsan a seguir un tratamiento que ya ha sido acreditado por la comunidad médica como procedimiento más efectivo para tratar determinada condición letal.
Por lo que la SCJN resolvió que debía sustituirse la voluntad de los padres de la menor, pues el tratamiento indicado por la ciencia médica consiste, precisamente, en la realización de quimioterapias acompañadas de transfusiones sanguíneas, por lo que a juicio de la Sala debe autorizarse el tratamiento indicado por el personal médico, pues solamente a través de esa intervención podrá protegerse la vida de la menor.