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Sequía en lagunas de la Selva Lacandona visibilizan avance del cambio climático

La falta de lluvias, presencia de una sequía extrema y el fenómeno de la “Canícula” azotaron a la Selva Lacandona al punto de secar sus famosos afluentes azules

Por Andrés Domínguez

Adrián Méndez Barrera, Director de la Región Frontera Sur, Istmo y Pacífico Sur de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), confirmó la desertificación que viven lagos y lagunas de la Selva Lacandona; en especial el Sistema Lagunario de Metzabok, debido a la falta de lluvias, el fenómeno de la Canícula y la sequía extrema de la zona.

De acuerdo a recopilaciones tempranas de datos del 2018, ese año era muy probable que se convirtiera en el cuarto más caliente de la historia, sin embargo, todo parece indicar debido a las ultimas condiciones del país será este 2019 superior al anterior.

En específico, la sequía en las lagunas de Metzabok y Nahá, han disminuido su nivel de agua hasta en un 85 por ciento. La última sequía parecida, se suscitó en los años 50, cuando se secó completamente y se tuvo un periodo de 7 años para recuperar su condición óptima.

Metzabok, es un complejo lagunar conformado por tres lagos principales: T´zi Ba Na, Hoton Kák y Metzabok, todos ellos interrelacionados entre sí. El río alimentador, llega a Tzibajna, del cual se transfiere el agua a los tres lagos restantes mediante canales temporales.

Por lo que Tzibajna, mantiene un nivel de agua con variación media, mientras que los lagos adyacentes suelen mostrar drásticas bajas en su nivel. Hoton Kák, es un sumidero de agua que suele secarse año con año.

Sobre esto, Méndez Barrera indicó que la zona de Metzabok, se alimenta principalmente del sistema lagunas y de aguas subterráneas, lo que hace que estas corrientes pueden llegar a conformar los cuerpos de agua. Sin embargo, el cambio climático, ha hecho que sean más perceptibles las transformaciones medioambientales en los ecosistemas.

Esto se ve reflejado en los cuerpos de agua, donde la Conanp realizó el traslado de alevines (peces locales) y cocodrilos hacia otras lagunas del sistema para garantizar la vida de las especies que habitan en ese ecosistema.

Méndez Barrera ahondó en que al día de hoy, sobreviven 12 de las 86 hectáreas con las que se contaban del Sistema Lagunario, además, según pronósticos será la Laguna “Ocotalito” la próxima que se seque.

Alertó que la recuperación será lenta, un aproximado de entre 2 a 4 años, ya que según pronósticos se seguirá con la presencia de un déficit de lluvias.

“Existen dos recomendaciones para mejorar según la ONU, ya no más deforestaciones y cambios en los patrones de alimentación de la humanidad, por lo que se tiene que trabajar como un tema urgente ante estos acontecimientos” mencionó.

El Director aclaró que frente al cambio climático tienen un programa de adaptación específico, en la que definen que especies de flora y fauna se ponen en peligro, pero debido ante el desconocimiento sobre las consecuencias del cambio climático, estos suelen modificarse cada cierto tiempo.

Causas

  • Sequía extrema

Datos del monitor de sequía de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) del periodo del 31 de diciembre de 2018, señalan que la sequía afectó el 57.8 % de la superficie total del estado, misma que se presentó en sus cuatro categorías (anormalmente seco, moderada, severa, extrema y excepcional).

A través del monitor de sequía de México al 15 de julio del presente, Conagua detalló que en la zona de la Selva Lacandona, se localizan los cinco niveles de intensidad en sequía.

Los municipios determinados con anormalmente seco son Altamirano y Las Margaritas; sequía moderada La Libertad, Salto de Agua y Tila; con sequía severa Palenque y Catazajá; y sequía extrema Ocosingo y Benemérito de las Américas y Marqués de Comillas.

Según los expertos de la meteorología durante los últimos 7 años el mes de agosto, es en el que se registran las temperaturas superiores a los 40° centígrados y es durante septiembre cuando se normalizan los ciclos de precipitaciones, históricamente demostrado en el sur del país con las tormentas y lluvias torrenciales.

El aumento en las temperaturas y la baja precipitación pluvial, provocó los niveles sumamente bajos de agua en los ríos, lagunas y lagos de las Selva Lacandona.

  • Falta de lluvias

Luis Manuel García Moreno, Secretario de Protección Civil, ha informado en diversas ocasiones que en 2019, se afronta el cuarto año consecutivo con déficit de lluvias de un 36 por ciento de lo normal, lo que hace a este dato histórico.

Por su parte, Conagua mencionó que existe un promedio de 23.5 por ciento debajo anual del promedio de lluvias, en las cuales, el mayor déficit de precipitación se encuentra en las vertientes del pacífico y golfo de México, en específico, Chiapas, Tabasco y la Península de Yucatán.

  • La Canícula

Respecto al fenómeno de “La Canícula”, José Velásquez Martínez, jefe de la unidad de gestión de riesgos de la Conanp había manifestado con anterioridad que dicho acontecimiento se iba a regionalizar, en zonas donde iba a llover y otras donde se mantendría el calor, tal como sucede ahora.

El jefe de la unidad manifestó que la “Canícula”, es un fenómeno que se presenta en los meses de julio y agosto, con al menos 40 días de lluvia o sequía, pero para este año será de altas temperaturas, ya que desde el 2014 se presenta el fenómeno de “El Niño”.

Estos tres fenómenos convergieron en un mismo sitio, la Selva Lacandona, lo que ha hecho que el nivel de los mantos acuíferos de dicha zona, como un lugar turístico y de asombro sin igual, pierda su belleza y se noten grandes extensiones de tierra árida.

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