Ciudad de México, 12 de febrero de 2017
Lo fake de las movilizaciones convocadas por los sectores que son ajenos a las protestas sociales reales se puede apreciar desde el nombre que le ponen a sus convocatorias. Y es que se apoyan en equipos de márketing político de cabecera a quienes les solicitan nombres para los eventos y, aquellos les devuelven propuestas que suenan a: “México rifado”, “A favor de lo mejor”, y ahora, “Vibrar México”, que en el razonamiento del mercadólogofunciona porque articula una expresión convencional como el “Viva México”, pero con un giro de sentido –“México Vibrando”– que les pareció muy cool. Lo cierto es que el tema de fondo en esa convocatoria es complejo y no tiene nada de ligero como el diseño de slogans y marcas en mercadotecnia.
La marcha convocada para mañana al medio día tiene por objetivo distraer, desplazar la atención de amplios sectores de la población que hoy se sienten agraviados y han empezado a manifestarse -más recientemente- por un motivo muy concreto que es el incremento en el precio de las gasolinas. Frente a ello, y en el oportunismo político de Enrique Peña Nieto y su gobierno, las amenazas y acciones que está llevando a cabo contra México el nuevo presidente de EU, Donald Trump, ofrecieron un área de oportunidad valiosa para desviar la atención de sectores como la clase media que también se empezaba a sumar a las protestas.
Con ese oportunismo político hace un par de semanas en un programa de Televisa sus “intelectuales” de derecha de siempre sin morderse la lengua convocaron a la marcha. Sin pudor -porque siempre han descalificado las protestas en el espacio público- Aguilar Camín y Rubén Aguilar hacían un llamado a que “la sociedad se manifestara”, dijeron sin empacho que “era importante que el gobierno de México pasara de una postura conciliadora a una de respuesta frontal”. En esa mesa que puso Televisa se convocó a la marcha, aludieron a nociones muy utilizadas hace medio siglo como la “unidad nacional”, y amplios sectores de la sociedad se sintieron interpelados al llamado: “mexicanos al grito de guerra”.
No sorprendieron algunas voces que se mueven de posturas críticas en algunos temas a posturas incomprensibles como su participación en la marcha bajo el argumento de que “no importa quién convoque”, lo que queda de manifiesto una vez más es el despiste –por decirlo de alguna manera- de amplios sectores de las clases medias que pronto empezaron a ponerse banderitas de México en sus redes sociales, que sí reaccionaron a dicha convocatoria y se adhieren a los grupos que se pronuncian contra “la amenaza exterior”, pero que repudian las protestas contra los agravios domésticos ocasionados por el actual gobierno.
En las redes sociales se pronunció la marcha contra Trump contra Peña, ojalá siga la mayoría recuperando el verdadero sentido que debería seguir teniendo esta una gran movilización, que es primero contra EPN y su gobierno antes que otra cosa.