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Violencia sexual y justicia precaria en Ecatepec, un panorama desolador

Ecatepec ha sido considerado como el peor lugar para ser mujer en México, violencia sexual, indolencia por parte de la sociedad, inacción, omisión e impunidad por parte de las autoridades, el panorama es desolador. // Por Paco Dorado

Fotografía: Paco Dorado/Somoselmedio.com

Ecatepec, Estado de México, a 18 de octubre de 2021

El pasado lunes 11 de octubre la señora Claudia Fernández, madre de Fernandita Cervantes, víctima de feminicidio en 2018, convocó a una protesta en un puente peatonal aledaño a la estación Casa de Morelos del Mexibus, línea 2, en Ecatepec, Estado de México, junto con otras madres y familias de víctimas de feminicidio; fueron acompañadas por organizaciones sociales. La convocatoria surgió pues en dicho puente vivió lo que calificó como la peor pesadilla de una madre en México: después de sufrir la pérdida de una hija víctima de feminicidio, presenciar una agresión y el intento de violación de su otra hija en la vía pública, en lo que debería ser un espacio seguro para las mujeres, jóvenes y niñas que transitan en el transporte público hacia sus casas.

De acuerdo al testimonio de la señora Claudia y su hija, a partir de una entrevista para Somoselmedio.com, fue aproximadamente a las 21:30 Hrs., del miércoles 22 de septiembre cuando fue a dejar a su hija al mexibus; ella se quedó en el auto viendo cómo subía el puente y esperando a que se metiera a la estación, pero no la vió ingresar pues estaba oscuro, se detuvo unos minutos más intentando reconocer que ya estaba adentro cuando escuchó unos gritos desesperados, era su hija que gritaba con todas sus fuerzas: “¡Mamaaá!

Se bajó del coche lo más rápido que pudo dejándolo prendido y casi a mitad de la calle “corrí hacia arriba del puente, son tres rampas las que uno tiene qué subir. No sé cómo le hice, pero en cuestión de segundos lo subí viendo una escena que me llenó de rabia: el maldito tenía a mi hija del cuello, tratando de bajarle los pantalones; en ese momento sentí que me desvanecía, pero el miedo a perder a mi otra hija, hizo que se convirtiera en rabia y me le fui encima y le grité con todas mis fuerzas que la soltara” comenta Claudia.

Fotografía: Paco Dorado/Somoselmedio.com

Claudia es mamá de Fernanda Cervantes Fernández, quien a los 17 años fue asesinada en la colonia CTM El Risco, de la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México, el 25 de agosto de 2018, el feminicida enganchó a Fernandita por Facebook; su familia asegura que hubo gente que escuchó los gritos de auxilio de la joven, debido a la angostura de los andadores de la unidad, pero nadie salió a ayudarla. El asesino de nombre Mario Alberto Islas Campuzano, de 27 años, fue sentenciado a 35 años de prisión en 2019, se encuentra purgando dicha condena.

Afortunadamente en esta ocasión estuvo ahí para salvar a su hija Monserrath de una agresión sexual y evitar que pasara a mayores. Al llegar a donde su hija estaba siendo violentada “le grité con todas mis fuerzas que la soltara, el infeliz la soltó y se me fue encima a mí, yo estaba gritando y golpeándolo como podía, me puso algo en el cuello y me dijo que me callara, porque si no me iba a plomear; no le hice caso y salió corriendo por el otro lado del puente, yo lo agarré de una mochila que él traía, pero se safó y yo me quedé con la mochila”, continúa en su relato.

La señora Claudia comenta que posteriormente llegaron unos policías, quienes les dijeron que en esa parte de la calle no hay cámaras de seguridad, tampoco le permitieron revisar la mochila que le había quitado al presunto violador, ellos se la quitaron; solamente las llevaron a dar una vuelta alrededor de la calle para ver si lo reconocían entre los transeuntes. “En ese momento aprovecharon para guardar en la patrulla la mochila que yo le había quitado al violador”. No le proporcionaron ningún tipo de orientación ni apoyo, al contrario, le dijeron que como no había ningún detenido, no se podría hacer nada. Desafortunadamente no tuvieron la precaución de registrar el número de patrulla ni los nombres de los oficiales.

Fotografía: Paco Dorado/Somoselmedio.com

Monserrath tiene 26 años, está por recibirse de abogada y cuando puede le ayuda a su mamá en su trabajo; asegura que a partir de lo que pasó tiene miedo de andar sola en la calle y ha evitado salir de noche pues se siente insegura. Refiere que el individuo que la intentó violar es un tipo moreno, de complexión media, con ojos grandes rasgados, cabello negro y que mide aproximadamente 1,60 metros.

Nuevamente la señora Claudia se vió entre la indiferencia y la indolencia de la gente, igual que cuando asesinaron a su hija Fernandita, “se me fue de las manos un maldito violador y ratero, vuelvo a vivir la pesadilla de la indiferencia de la gente que no hace nada; abajo del puente estaba lleno de personas que estaban viendo la escena de arriba por nuestros gritos, pero nadie se metió, ni siquiera lo intentaron agarrar cuando se fue corriendo. La indiferencia es lo que más abunda en México y ese violador anda libre por las calles”.

Es por eso que realizó la convocatoria de la protesta, para alertar a otras chicas que pasan por ahí, pues justo en la calle del puente se encuentran algunas escuelas y academias de idiomas, además de “exigirle al gobierno más seguridad en la zona, que es lo que necesitamos, ya estamos hartas de caminar con miedo, de salir de casa y no saber si vamos a regresar”.

Fotografía: Paco Dorado/Somoselmedio.com

Violencia sexual en Ecatepec, performance político

De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas Méxicola violencia sexual es una de las formas de violencia más extremas que sufren las mujeres y las niñas, se define como cualquier acto sexual cometido en contra de la voluntad de otra persona, ya sea porque la víctima no otorga el consentimiento o porque el  consentimiento no puede ser otorgado por razones de edad, por alguna discapacidad o por algún estado de inconsciencia”.

La organización social internacional en pro de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, Ipas México puntualiza que en nuestro país, “una de cada tres mexicanas ha experimentado algún tipo de violencia sexual en espacios públicos, siete de cada diez agresiones contra mujeres ocurridas en la calle, son de tipo sexual a partir de piropos groseros u ofensivos, intimidación, acecho, abuso sexual o violación e intento de violación. Además que la violencia se manifiesta de forma física, sexual y psicológica, y los efectos adversos de la violencia contra las mujeres y niñas las afectan en todas las etapas de sus vidas”.

Fotografía: Paco Dorado/Somoselmedio.com

A la convocatoria de la señora Claudia Fernández acudieron las organizaciones Red Denuncia Feminicidios Estado de México, Mujeres de la Periferia para la Periferia, Furia Periférica y la Asociación Psicológica Raíces Violetas para realizar una caminata del centro cultural del municipio Casa de Morelos al puente donde intentaron violar a su hija y una vez ahí realizar el performance político “Violencia Sexual en Ecatepec” donde cada una de las participantes, todas mujeres del municipio y lugares aledaños, encarnó a alguna víctima de violencia sexual o feminicidio; varias de ellas denunciaron su propia historia de primer acoso o violencia sexual.

Así, una de las participantes denunció la violación sufrida por parte de uno de sus amigos en su propio carro. Magda, integrante de las colectivas también denunció que “cuando tenía 19 años iba en el metro viajando cuando un señor de aproximadamente 60 años se masturbó en mi pierna, lo hizo hasta eyacular, mucha gente pudo verlo, mucha gente pudo notarlo, pero nadie hizo nada”. Posteriormente intervino Bárbara diciendo que “a los 10 años, cuando viajaba en el metro con mi mamá, íbamos sentadas y un tipo sacó su pene y lo tenía en mi hombro, yo no dije nada, porque tenía tanta pena, sentía tanta vergüenza, sentía tanto miedo. ¡Yo era una niña!”

Otra integrante denunció tocamientos de un “amigo” mientras ella dormida aprovechando la inconsciencia del sueño, Rosa puntualizó que desde los 10 años su primo constantemente la tocaba, se masturbaba en frente de ella y la amenazaba para que no lo dijera a nadie, “jamás pude hablar de esto con mi familia, es un secreto que cargo y que me ha pesado toda mi vida”.

A diario camino con mi hermana, juntas las dos, con el miedo de que algo me pase”, se escucha en uno de los testimonios con la voz entrecortada de una joven.   Soy una madre de familia como muchas que habitan Ecatepec, un día recogiendo a mi hijo de la escuela dos tipos en una camioneta se detuvieron para gritarme muchas groserías, muchos insultos; mi hijo pequeño desconcertado me preguntó por qué me decían esas cosas y por qué me faltaban al respeto, simplemente no tuve palabras para explicarle lo que vivimos todas las mujeres en este municipio de Ecatepec”, dice otra de las participantes.

Fotografía: Paco Dorado/Somoselmedio.com

Durante el 2020 la Fiscalía General de Justicia del Estado de México registró mil 949 carpetas de investigación por violación posicionándose de esta forma en la entidad con mayor número de incidencia a nivel nacional, Ecatepec es una de los municipios que concentró el mayor número de casos en el estado.

Mi hija fue atacada sexualmente en este puente, fue atacada para robarla y violarla; este puente no tiene luz, no tiene vigilancia, es un puente muy transitado y sin embargo ni siquiera nos dan auxilio cuando lo solicitamos. Exijo las cámaras al Oxxo (que está en esa esquina), según la policía de investigación nos la tienen qué entregar. Ese día los policías nos dijeron que no podíamos levantar denuncia porque no había detenido, la gente solo miraba cómo nos quería golpear, cómo nos amenazaba el violador, nadie hizo nada, quién nos va a ayudar entonces?”, concluyo Claudia Fernández.

Clausuraron el puente simbólicamente con cintas de advertencia mientras las consignas de “No estás sola, no estás sola”, “Queremos salir seguras y libres a la calle, no queremos tener miedo”, “Vilchis, escucha, las mujeres no se callan, eres un feminicida y te lo decimos en tu cara, Del Mazo, escucha, las mujeres no se callan, eres un feminicida y te lo decimos en tu cara”, se escuchaban.

Para ese momento, policías municipales habían llegado para custodiar a las manifestantes, al igual que personal de la Secretaría de la Mujer municipal, ya habían cerrado la calle con patrullas, ante esto una de las mujeres participantes puntualizó: “no necesitamos ahorita un montón de policías que estén vigilando estas acciones de protesta, necesitamos que haya vigilancia cuando estos puentes y estos espacios estén solos, oscuros, vacíos, ¡ahora no!

Justicia precaria en Ecatepec

Fotografía: Paco Dorado/Somoselmedio.com

La jornada de denuncia continuó hacia la casa del gobierno, en San Cristobal, Ecatepec, donde despacha Fernando Vilchis, el presidente municipal. La comitiva se dirigió hasta ahí para protestar por la sentencia de 47 años y 6 meses que una jueza de los Juzgados Penales de Chiconautla, en Tecamac, Edomex dictó a dos de los implicados en los feminicidios de Angélica Ramírez y Karla Estévez, madre e hija asesinadas después de un baile en la colonia Jardines de Morelos en 2019. Un tercer implicado ya había sido sentenciado a 4 años y 22 días, pues al momento de los hechos era menor de edad.

Durante la caminata hacia la casa de gobierno personal del municipio tomaba fotografías a las participantes, periodistas, madres y familiares de víctimas de feminicidio durante la marcha.

Ecatepec ha sido considerado como el peor lugar para ser mujer en todo el territorio nacional, de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en 2018 existieron 55 casos de feminicidio y 39 en 2019, sin tomar en cuenta las muertes violentas de mujeres u homicidios con presunción de feminicidio que no son tipificados de esa forma, como es el caso de Angélica y Karla.

Fotografía: Paco Dorado/Somoselmedio.com

Una justicia deshilachada, maltratada, golpeada y sucia también caminaba entre las mujeres participantes exigiendo justicia para Angélica y Karla, como parte del performance político “Justicia Precaria en Ecatepec”. Una vez que llegaron a la explanada municipal tirada en el piso mientras se escuchaban sonidos de viento comenzó a contorsionarse mientras trataba de incorporarse y dos mujeres envueltas en faltas moradas, con flores rosas en el cabello y cintas negras en los ojos también se incorporan. Son la representación de Angélica y Karla.

Mientras la Justicia Precaria forcejea por desatarse las manos en una suerte de atadura, las dos mujeres se incorporan con movimientos suaves y juegan con sus faldas aún cegadas de la vista por la citas negras. Finalmente se despojan de las vendas de los ojos para bailar la cumbia peruana “Mi Triste Despedida”, última cancíon que bailaron Angélica y Karla antes de ser asesinadas, de acuerdo a vecinos y personas que estuvieron en el último baile de ellas. “47 años no valen la vida de dos mujeres que tenían sueños, 47 años no valen dos vidas, en unos años estas personas van a salir y van a seguir matando y asesinando a mujeres y niñas, porque la justicia en Ecatepec, en el Estado de México y en México no existe para las mujeres pobres”, se escucha de la voz de las mujeres dentro del baile.

Fotografía: Paco Dorado/Somoselmedio.com

Angélica Estévez, hermana de Karla e hija de Angélica mencionó que “a uno de los asesinos le dieron 4 años y 22 días (de prisión) por la muerte de mi mamá y de mi hermana, porque él era menor de edad, se me hace una sentencia injusta porque cuatro años no valen la vida de mi mamá ni de mi hermana; el asesino ya está por salir, a los otros dos asesinos les acaban de dictar sentencia a 47 años y 6 meses por las dos (23 años de sentencia por cada vida), tampoco se me hace una sentencia justa por la manera en que dejaron a mi mamá y a mi hermana, se ensañaron con ellas. Quiero pedir que les den la pena máxima y que lo tipifiquen como feminicidio y no como homicidio calificado, porque ¡fue feminicidio!

Cuando sentenciaron a los asesinos se burlaron de mí. Vilchis también me prometió una ayuda (proporcionarle un abogado o abogada feminista que llevara el caso) la cual nunca me cumplió, el abogado (un abogado de oficio) no entraba a las audiencias, le preguntaba las dudas que tenía y él me decía que tenía otras audiencias, que se tenía qué ir y no me respondía mis dudas. Teníamos las suficientes pruebas para que les dictaran la pena máxima, las cuales el ministerio público se desistió y no las quiso presentar. El papá del asesino menor de edad, cuando me ve me insulta, me dice de groserías y se me queda viendo feo, al igual que los familiares de los otros dos asesinos, y quiero decir que no tengo miedo y voy a seguir en esta lucha por mi mamá y por mi hermana”, concluye.

Fotografía: Paco Dorado/Somoselmedio.com

De acuerdo al Índice Global de Impunidad 2020, editado por la Universidad de las Américas Puebla y que mide las escalas de impunidad a nivel global, México está considerado dentro de los países con Impunidad Alta al obtener un índice de 49.67% colocándose en el lugar 60 de 69 países estudiados. El rubro donde tuvo una peor calificación fue precisamente en la dimensión estructural del sistema de justicia con un 95.65%. En 2018 el Estado de México fue una de las entidades con el mayor índice de impunidad a nivel nacional con un 80,06%.

El panorama es desolador para las mujeres en Ecatepec y el Estado de México que viven al asecho del miedo, huyendo de las violencias machistas ejercidas por el Estado y por la misma comunidad, en un lugar donde deberían existir políticas públicas y acciones desde las autoridades que les garantizaran una vida libre de violencia a partir de dos Alertas de Violencia de Género contra las mujeres, decretadas desde hace más de seis años; ambos mecanismos cuentan con presupuesto federal y a juzgar por los testimonios vertidos aquí, no han sido efectivas para erradicar la violencia contra ellas.

Fotografía: Paco Dorado/Somoselmedio.com

 

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